Y hasta ahora me da por escribir, no a media noche, como es mi costumbre...
Tampoco se escuchan las risas de los que no duermen en la oscuridad, pero es que, no hallo cómo estarme quieta.
Mis dedos te escriben una vez más, esperando que no sea la última vez, yo sé por qué.
No te escribe la desalmada mujer, porque no hay tal.
Crecí en medio de rocas, tierra y climas fríos, envuelta en una vida lejos del romanticismo, pero aquí estoy.
Te pediré, que no finjas demencia, no te olvides de lo que alguna vez te dediqué, cada línea, cada curva y círculo estaban impregnadas con lo mejor de mí.
Pero me tocó despedirme, con una parte del alma destrozada, pero ya no hay retornos, las decisiones deben ser así, siempre en línea recta, justo como el tiempo, sin curvas, sin retornos.
Te pediré que no finjas demencia, dolor sentimos todos alguna vez, esta vez, rememoro cada golpe que también me di a mí, con tragos enormes de tristeza, miedo, orgullo y arrepentimiento.
Pero basto un "hasta hoy" para recordar por qué jamás me atreví a hablar sin pensar y a escribir sin sentir.
Aún no es de madrugada, como de costumbre comienzo a plasmar.
No me retracto de no pensar, porque viví algo a lo que había temido otrora.
Hoy escribe la mujer ansiosa por aquél a quien tanto le habla de "USTED", hoy escribe la niña que rechazaba letras de ternura, habla la adolescente torpe y equívoca.
Hablo yo, y te lo digo a ti.
Lo que se extendió siguiendo aquella línea del tiempo me enredó, tanto, que no he olvidado lo que es querer, y hoy, más que cualquier otro día siento...
Pero las decisiones deben ser así, siempre en línea recta, justo como el tiempo, sin curvas...
Sin retornos...
-Paola Canales Ll. |