Era de noche,
las estrellas me sonreían
con cierta ternura me avisaban...
yo, viajaría...
pude ver un azul metalizado
cambiando sus matices
marcándole el camino al blanco
olvidándome del cuerpo
dejando la soledad a un lado...
Yo dormía,
y la parada de descanso se acercó
el transporte ya se iba
era hoy, era ahora...
era ésta noche de gala...
Mi mano fue tomada,
con galantería y dulzura
mi cuerpo se perdió
de las nubes se desprendió mi alma
y te vio...
sonreías como debía ser
ni la mismísima vida te regalaría
la sonrisa que me regalabas...
No explicabas, no te movías
solo esperabas por mi llegada
Llegué a tu lado,
no había nada, solo se respiraba
no había negros, no había blancos
no había grises...
y aún sonreías...
no había cuerpos, no se pesaba
no habían alas...
tu mano acariciaba mi cabello
y supe de recuerdos perdidos
recuerdos hundidos
en la corteza de la inocencia
de esa que pierdo...
esa de la que sonríes tiernamente.
Me enseñaste cosas que no vería
me dijiste cosas que comprender
no podría...
Paseamos por aquella vera
por una playa de luces extrañas
te preguntaba y tu solo sonreías
tu cuerpo ya no era el mismo
irradiabas felicidad en abundancia
hablabas con sabiduría...
Eras feliz..
lo ví en tus ojos
en tus manos... y yo sonreía
intentabas explicarme de paz
en un mundo de guerras
era difícil entender...
Te pregunté por Él
una sonrisa lo explicó todo
a lo que solo respondiste:
"algo muy bello debe estar planeando,
podemos sentirlo en este universo"
aquí no encontrarás respuestas
espera por el tren que te trae
y de nuevo nos reuniremos...
tu amigo estará allí..
nuestro amigo estará allí
y te enseñará así como a mi
la hermosa vida que habrá
cuando duermas
y nunca finalice la noche
porque tu alma alcanzará
y volará hacia una nueva vida
hacia esta hermosa vida...

Nathalia Rojas Acacio