BUSCANDO LA FAMA.
No sé cómo ni cuándo fue invadiéndome esa obsesión por tener un club de fans, pero sí que a medida que esta se acentuaba, bajaba mi autoestima. Ahora que lo pienso, tal vez, fue la perdida de mi autoestima la que me lo pedía… No lo sé, y mucho no importa , porque la realidad es que todos mis sentidos, voluntad y acciones iban en esa dirección, no en auto valorarme. Pensaba que ella mecánica y mágicamente crecería cuando lograra mi objetivo.
Eso significaba tener el reconocimiento externo de mi arte, capacidad intelectual, carisma y asociado a eso, los atributos que los fans les regalan a sus ídolos, belleza, simpatía, heroicidad, y tantos otros como fieles tengan. O sea proporcional a la popularidad lograda. En resumen, yo quería ser popular…
Pero tenía un problema…Bueno tenía varios. Pero el más importante, e insuperable, era que vivía en un pueblo de quinientos habitantes, donde todos me conocían, no por mis virtudes premisamente, sino por mis falencias, mi fama de medio chiflame un tango, concepto muy difícil de revertir.
Convencido de que allí no podía cumplir mis sueños, decidí e me migrar en pos de ellos.
Buenos Aires me recibió en una lluviosa y fría mañana de agosto, como diciéndome. “Mirá Neco, que no va a ser fácil”…Le respondí con una sonrisa sobradora. No sabía con quién hablaba…
No esperé un segundo en poner en marcha mi plan, lo había pensado largamente , paso a paso. El primero era conocer a la persona que me podría facilitar el camino, y ese era Tinelli, ya sabía dónde era posible encontrarlo y hacia si me dirigí. En el lugar me encontré con una multitud de personas, todas estaban por el mismo motivo, en busca de la fama. Ahí postergué mi ambición del club de fans , esto se iba a dar naturalmente si lograba si este objetivo primario.
Durante varios días hice la guardia en el lugar, soportando las inclemencias del tiempo y aprovechando la ausencia de los advenedizos que querían llegar a la fama sin sacrificios. Cuando el portero me saludó, saboreé el primer fruto de mi constancia. Me ofreció el reparo de la puerta, y comenzamos una charla circunstancia, sobre los motivos de mi presencia en el lugar. Buena onda Roberto, me comentó que ese día no había venido, que al día siguiente fuera temprano, más o menos a las siete de la mañana, que seguro lo encontraba, porque tenía grabación.
A las seis yo estaba ahí. Un poco más tarde llegó Roberto. Pasé el día charlando con él, pero Marcelo no apareció, Así un día y otro, sin novedad , por suerte charlando la espera se hacía corta, hasta que un día, inolvidable día, a poco de estar lo vemos venir…
..Vos quédate piola, que yo te lo presento. Me dijo y me palmeó la espalda. Y así fue, yo temblaba de ansiedad…Me saludo afablemente, le comenté los motivos que me llevaban a querer conocerlo. El interesado me dijo.
.-Bueno pibe, si sos amigo de Roberto, contá conmigo … Y qué sabés hacer ¿…
.-Buena pregunta. Le dije. y me quedé pensando:…
.-Nos vemos, entonces s… Dijo, y entró al canal….
.- La fama es puro cuento. Me consoló el Beto, y me abrazo tiernamente...
|