Lo que dijo, chispa más o menos:
- ¡Amadísimo/as e inteligentísima/os electoraeious! Estoy aquí para animaros a que votéis a mi partido por muchas y poderosas razones. Necesitamos, todos nosotros y nosotras, nosotres y nosotris e incluso, diría más, nosotrus, ganar estas elecciones para trabajar asimpelando los tringones de este país, para que todos podáis flinequetear intuosrectivamente vuestros gránidos. ¡Nos proponemos guirrear el haronuedo con mucha flacza, y trompenetiar las bánidas inflémines de nuestros crompotromes adversarios! ¿Estáis de acuerdo? ¡Así me gusta, clunculumpúlidos!
Lo que, en resumidas cuentas, quiso decir:
- ¡Torpes pedazos de carne con ojos que acudís, en masa, cual borregos, a corear mi nombre sin saber que me sois absolutamente indiferentes!:
Estoy aquí por una única razón: quiero el poder. Y vosotros me lo vais a dar creyendo que estamos en una democracia, cosa de la que no me río aquí delante de vuestras mediocres caras porque no quedaría bien en la foto. Lo que estoy prometiendo no me lo creo ni yo, pero lo prometo, y nadie protesta lo más mínimo, excepto los que, en los partidos contrarios, quieren conseguir lo mismo que yo. Quizás, por conservar el sillón, sería capaz de mantener contenta a buena parte de la población, entre ellos vosotros, con una doble acción social que lleva milenios funcionando sin perder vigencia: pan y circo. Traducidlo como veáis oportuno, si es que sabéis. Si no, da igual: os vais a tragar lo que nosotros decidamos, ¡y sonriendo!
Os agradezco de antemano vuestra confianza, que, por cierto, no os pienso devolver. ¡Aplaudid, sí! ¡Aplaudid, pensad lo feliz que me hacéis, a mí y a los míos! ¡Viva la democracia, mientras no sea real! ¡Viva! ¡Viva yo! ¡Aplaudid, estúpidos, coread mi nombre, votadme, levantad altas mis banderas, aceptad mi sonrisa falsa, renunciad a la verdad, marionetillas manipulables, consumidores de alma vacía!
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