Un paso en falso,
un paso distraído,
y al abismo enfurecido otra vez,
en el aguacero de pensamientos el día estalla,
y las nubes borrachas se deshacen al tocarlas,
como esta fantasmagórica palidez
que en mi cara hoy resalta,
la abundante inconsistencia de la vida
Un paso más, un paso menos,
y heme aquí, en el mismo lugar,
donde vampiros lamen mis heridas
y las sanguijuelas se roban mi sangre,
ahí, donde el viento no se calma
y tampoco va a callar,
un poco más o un poco menos,
qué más da, de cara al suelo
y de regreso al hogar
Y en el día que es mi noche,
encuentro amigos con abrazos,
encuentro metas e ilusiones,
y benévolos consejos
de los rostros que sonríen con amor,
y en la noche que es mi día,
se marchan los amigos
y no existen los abrazos,
se consumen las metas,
se me pudre la ilusión
Y los malévolos consejos
de los rostros que se ríen,
me desfiguran la sonrisa,
la mirada y la memoria,
hundiéndome en mis huesos,
perdiéndome el amor
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