Sentados en los bandejones centrales de la concurrida avenida Baquedano disfrutamos de la fria tarde. Observamos como la luz de la luna aleja las predominantes sombras de la noche.
Ambos saboreámos en silencio el caliente brebaje que adquiriera en uno de los numerosos locales que dan vida a la turistica calle.
_ El té está mas caliente que la mierda_ Te sonrío y logro rescatar una agria sonrisa de tu rostro.
_ Jorge, odio verte así_ Me dices algo enojada.
_ ...
_ Pienso qué deberias buscar alguien acá... que te haga compañia... que te cuide... Y principalmente que te dé... ¡¡buenas cachas!!_ Reimos de muy buena gana llamando la atención de una joven pareja que caminaba cerca de nosotros.
_ Huevón eres muy buena persona, te adoro mucho y las cagas pues siempre te preocupas demasiado por personas a las cuales tú no le interesas. No estés triste no vale la pena pues ella no te quiere de verdad.
_ No me vas a creer Lenka, pero hace unos diecisiete años atrás otra persona me dijo exactamente lo mismo que tú.
_ ¿Ves huevón? ¡Si yo no te estoy hueviando! Deja adivinar usó la típica y banal táctica que usamos las mujeres de "Estar confundida" y no querer "Confundirte" para no causar daño_ No puedo ocultar mi sonrisa ante lo acertivo de su presagio_ ¡¿Ves huevón? Ustedes los hombres son muy huevones! Mejor te hubiese dicho "No eres tú, soy yo"_ Ambos no podemos controlar una sonora carcajada que se nos escapa y logra despertar bruscamente a unas palomas que dormitaban cerca nuestro; las asustadas aves retoman vuelo elevándose en la oscuridad.
_ Si te quisiera como dice quererte se las jugaría con todo por ti. Y parece que ya te mandó tu buena patá en la raja. Pero fué con zapatos de seda eso sí, para que no doliera en demasia. Pucha mijo, lo siento por ti... ¡Mándala a la mierda!_ Me miras fijamente con escarmiento.
_ Por eso me encantas y eres mi partner. Te quiero y adoro mucho Lenka; siempre arreglas todo... ¡mandándolo a la mierda!_ Volvemos a reir sonoramente, carcajadas que llaman la atención de los turistas que caminan disfrutando del verdor de los bandejones centrales de la concurrida avenida Baquedano.