ARMONIA DE LAS ESFERAS

La mágica y sonriente luz del día se filtraba por las ventanas de la habitación de Karen, despertándola de las últimas caricias del sueño; miró la esfera del reloj que reposaba sobre la mesita de noche y sintió que era hora de levantarse, se espabilo y se levantó de la cama, y con pasos a un ritmo armónico se dirigió al baño, se duchó y pasó al cuarto del vestíbulo a cambiarse de ropa, se sentía internamente feliz, porque faltaba pocas horas para ella dar un concierto de violín; donde se habían dado cita los grandes genios del arte y maestros compositores de la música.
Pasadas las horas, llegó el grandioso momento en que Karen se hizo presente en el auditórium; cuando entró y notaron su presencia los fanáticos de la música empezaron aplaudir, haciendo que el auditórium vibrara enérgicamente. Karen tomó el violín en sus manos y lo afinó con gran maestría como siempre solía hacerlo; cuando empezó a tocar, su mente se elevó y las teclas del violín empezaron a vibrar en armonía con las ondas sonoras, que iban generando sutiles notas con un sonido de una especial música nunca antes tocada, el público se puso de pie, estaba embelesado. Del auditórium se desprendía un espíritu alegre que aunaba la belleza de la música, una música mágica y diferente, que los genios y maestros le pusieron como nombre “Música de las Esferas”

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Cuento ficción por:
Maite Katiuska Moreno
ll-06-2016