Soledad
Si en una noche estrellada,
o al llegar la madrugada,
sientes en tí la mirada,
de una luna enamorada,
no me extrañes ni me llores,
sólo piensa en los amores
que supimos compartir,
sueña con esta mujer,
que otrora fue tu amante y
aunque sea en un instante,
grita mi nombre muy fuerte,
aunque sea con tu mente,
que al oírlo, yo vendré
y junto a tí, estaré.
Si en una mañana fría
del invierno de tus días,
al pasar otra mujer,
crees verme dibujada,
no desvíes la mirada,
quizá... he logrado volver!
Omenia |