No hay futuro en donde estas,
en el rincón que los ángeles usan para defecar,
en este pedazo del mundo,
infectado hasta el núcleo,
controlado por las fuerzas del mal
Muerte y vulgaridad,
el castigo de Sísifo me ha de esperar,
eternamente agotado,
subiendo y bajando
en una ciega carrera
que no conoce el final,
sin objetivos,
casi sin penas,
sin esperanzas de vos
No hay lugar en tu lugar,
lo digo en voz alta
si acaso aprendo a escuchar,
con este ocaso en pleno día,
con estas manos vacíos,
al compás del desgarro,
desayuno, cada día cigarros,
sin lluvias que refresquen,
sin meta alguna existente,
sin fechas ni sueldos ni Dios.
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