Mañana de radio
Llegó al estudio de radio “La Voz” en una monótona mañana de abril. Sobre la mesa, sembrada de notebooks, yacían diarios, una taza de pésimo café, auriculares, micrófonos. Solo le restaban 30 segundos para salir al aire y no podía reaccionar de la ajetreada noche que había pasado. Saludó a sus compañeros del staff y arrancó como pudo.
-¡Buenos días, país!; les habla su voz amiga del éter, Luis Jesús Sepúlveda, invitándolos a compartir toda la información para que no los sorprenda el día y por supuesto, con la mejor compañía.
-Datos del tiempo en la ciudad
-Temperatura actual, 3 grados, cielo despejado, máxima para hoy 16- Modulaba la sensual voz de Herminia, la impersonal voz que se escudriñaba por debajo de las sábanas de los oyentes, instándolos a que se levanten.
-Todo lo que Ud. tiene que saber antes de salir, la actualidad en noticias y las predicciones de nuestra pitonisa, la inigualable Beatriz.
Beatriz, devenida adivina, apremiada por sus necesidades, aceptó aquel trabajo que nunca hubiera pensado; periodista de investigación, con un compromiso con la verdad, que tuvo que abandonar en las puertas de la radio.
-¡Buenos días, país! Fue el primer contacto con su público.
Fue en ese instante en que le sobrevino una revelación que le heló la sangre.
Fue como la musa inspiradora que le llega al artista exhausto en los límites de la desesperación; desde su interior brotaron imágenes de un futuro inmediato que cambiaría para siempre el mundo tal cual lo conocíamos.
Y se calló, casi en un respetuoso silencio, mientras desde el control se mandaba música de relleno.
El conductor supo ver el rostro de pavor de Beatriz, que se levantó presurosa y abandonó el estudio.
-¿Qué te pasó Betty?
-No lo vas a poder creer, tuve una revelación
Luis se empezó a reir al tiempo que decía:
-¿Justo a ti que no crees nada de lo que dices e inventas?
-Era como la redención de los espíritus, una pradera yerma y la sensación de que estaba poblada de almas, como espectros que moraban esas tierras en la que ningún rastro de civilización se podía advertir.
Continuó su relato como si hubiera presenciado una película.
-Parecía que del cielo hubieran bajado los ángeles, o almas en pena en busca de cuerpos inexistentes en el paraíso terrenal. El fin de todo o el principio de todo.
-¿No me digas que ahora te vas a creer lo que inventa tu mente?- acoto Luis- seguramente recordaste algún sueño, porque no me dejaste dormir en toda la noche. Vuelve al estudio que tenemos muchas cosas por hacer.
Mientras se esfumaban los acordes de la música, irrumpió la sensual voz de Herminia, que presentaba a su compañera
-Betty, ¿con qué predicciones nos vas a sorprender hoy?
-Queridos oyentes, según mi oráculo, para el día de hoy no habrá sorpresas, solo a cuidarse con el frío que la gripe no da respiro. Hoy los duendes se quedaron dormidos.
-A abrigarse entonces y a disfrutar de la jornada, hoy tienen el camino despejado.
-¿En tiempo en la ciudad?
-Temperatura actual 5 grados, cielo despejado- Anunciaba la locutora.
Justo el día en que la usurpadora revalidó sus títulos.
OTREBLA
|