¿En donde se encuentra /preguntas/
el nido de mis desolaciones?,
ahí, en la sombra que mis ojos
vierten sobre tu cariño,
en mi vientre y tu vientre dolorido
por la angustia que nos damos,
en el amor que era ceniza,
y ya renace como fuego
Pero las sombras desde el cielo
hoy se arrastran moribundas,
y los gusanos se lamentan
sin hallar carne podrida,
porque el tiempo ha curtido
por demás nuestras heridas,
y nos creemos casi eternos,
pero claro, no lo somos
En donde se encuentran, me preguntas,
los besos que te he dado,
ahí, en el ambiguo sentimiento
de los días que te amo,
y aunque no debería,
siempre escupo un “lo siento”,
porque mi cansancio es un antojo,
simbiosis desde el nacimiento
Y entre tanto que te quiero
y entre tanto que me olvido,
hago lo que puedo
y te cuido como puedo,
te miro cuando puedo,
te adoro y te pertenezco
tanto como puedo,
pero créeme y confía,
te aseguro que no es poco
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