Ayer por la tarde contemplé en el telediario una escena curiosa. Dos grupos de personas se enfrentaban vociferando sus pareceres sobre la presencia en la ciudad del señor Mariano Rajoy. Las respectivas consignas eran: “¡Presidente! ¡Presidente!” y “¡Chorizo!¡Chorizo!” En mi humilde opinión, los dos grupos tenían razón.