Somos cómplices en la analogía que se da
entre un vaso con agua y el amor,
aunque este no sea conmigo.
Depende del momento
podemos ser un desorden organizado
o una opción válida para la pasión y la intriga.
Ayer soñamos compartir la vida diaria,
hoy podemos ser un para siempre sin credibilidad.
Coautores de una ausencia que nos toca
plagiamos el pecado en todos lados.
Cerca de ti, ya no temo a los momentos sublimes.
Muchos hombres se desarman
en los cimientos de una desesperación,
eso es lo que me ocurre estando lejos. Me desarmo.
Así es tu amor, efímera permanencia semanal
o una buena razón para apaciguarse
cuando las palabras comienzan a estar de más,
y ofreces la talla de tu ternura.
Texto agregado el 23-05-2016, y leído por 122
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