Mis ideas y objetivos
se encuentran hoy
en el profundo abismo
de desolación, en donde
no existe el futuro,
ni metas ni alabanzas,
solo la vida cuando se ve
sin el espeso velo que nos tapa

Dormir e involucrarse en la pesadilla,
no esperar ya milagros,
ni de algo, ni de nada,
atornillarse a la verdad
de este mundo insustancial,
sacarle brillo al sin sentido
de tantos sueños impuestos
y tantas muecas gangrenadas

¿Cuánto me costara
y que día me las cobrara
todo el peso insostenible
de mis mayores aversiones?,
mas toda la voluntad
de mi vieja claridad
se escapo en un frio invierno,
de la mano tremulosa
de mi escéptica juventud

Y hoy me queda un cascaron
que una vez fue un corazón
que latía extasiado y también esperanzado,
entre mareas y eternos ríos
y rojos amaneceres
que prometían tanto
y nunca cumplieron nada,

Y es que este corazón
se parece a un carbón,
y se extingue lentamente e
imperceptiblemente,
a su ritmo y sin apuro,
porque a él le pertenece
y a su merced también mantiene
el incierto y fugaz tiempo
que aun me queda de vida.