Desenganchar las suspicacias,
presumiendo intelecto y comprensión,
dudando de tu mirada neutra,
de tu cariño violento,
porque intuyes un recorrido insólito,
entonces no supongas,
puede que los únicos seamos nosotros.
Atmosfera muriendo,
tierras muriendo,
mares muriendo,
humanos aun con el Martini en la mano,
desencajados iracundos,
llenando promesas digitales,
obviando el medidor de combustible orgánico… en rojo.
Deformes,
solos… muy solos,
enjutos de ideas,
copados de ambición,
celebrando como la última fiesta del Titanic,
preocupados de sandeces,
de futuros ya inexistentes,
de hipocresía brillante,
de sistemas fallidos.
Entonces decido enamorarme un poco de ti,
ante el ocaso flagrante,
ante la declinación invisible,
porque la humanidad se ladea… sonriendo.
Iniciemos juntos,
enamorados un poco… odiándonos otro poco,
desenganchemos la vida,
es momento de sobrevivir.
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