Cerca del placer Te siento tan exquisita desde el día de ayer, Sin importar que sólo haya saboreado el exterior de tu solidez. Te siento tan exquisita desde la noche que inmortalizo el ayer, que aún parpadeo el destello que fuiste en mi piel, Te siento tan exquisita desde la libación de ayer que volviste mundano a mi ser, Te siento en mi carne ardida y en mi falo revoltoso bulle hacinado el placer, Sucumbiendo a mi cuerpo, proscripto del interior de tu mujer.
Texto agregado el 20-05-2016, y leído por 138 visitantes. (4 votos)