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Inicio / Cuenteros Locales / curiche / Sabe el hombre donde nace, más no..II parte

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En la vida todo es ir (II parte)
Ten el valor del clavo enmohecido
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo,
No la cobarde intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al prime ruido. *

El curiche sigue el viaje en la micro. La dueña de la casa, al salir los dos últimos luego de la llegada de la policía se quedó ahí mismo, y regresaron, volvieron y no pidieron permiso, entraron y dejaron a la dueña en un dormitorio, ellos, montaron la ratonera para recibir a quien llegase, pero, -rememora- avisamos a todos y ya no entró nadie más, pero la abuela que debe haber tenido unos sesenta y cinco años, le encerraron en la casa primero, no menos de una semana esperaron y luego ella a la cárcel en donde estuvo mas de 6 meses.
Más vendedores de helados y otros, el micro sigue su camino, entra a la calle larga, ya va a llegar el curiche a su destino, en una esquina una pareja de pacos (policía uniformada) tiene a un apareja de jóvenes de pelo largo, ¿delito? No, debe ser solo sospecha ya que usan pelo largo, mueve la cabeza para despertar bien, más de una hora ya, la modorra ha ganado, deben haber 32° fuera del bus, dentro unos 4 más así va a casi 40°C pero, se acerca al final, pasa el Zanjón de la Aguada, el olor ufffff, fétido, “y pensar que de cabro chico me bañé allí y libré sin tifus u otra infección” cinco minutos más y abajo. ¿Cuantas veces habré reversado a este lugar? Nací por acá, 35 de 40 años y siempre sabiendo de esta gente, con Manolo en las ferias de la zona, en el día o la noche recorriéndola para visitar alguna muchacha o para comprarle sus medicinas para que siguiera con vida, sus primeras lecciones, siempre saber lo indispensable, nunca mas allá de eso.
Era unas de esas mañanas infantiles, Manuel regresaba de una de sus reuniones con “mis amigos” el decía, lo extraño es que me invitaba a ir con él y luego quedaba afuera en el patio de alguna casa a la espera de que terminase su charla “con amigos”.
“papi, ¿por qué tus amigos tienen mas de un nombre?”
¿Cómo así? – Respondió el padre-
Si papi, mira, cuando voy a la Población Navarrete, allí pregunto por don José Luis y acá le dicen Miguel.
Recuerdo la cara de mi padre, sorpresa, se rascó la cabeza y emitió su sonrisa enigmática y a pesar que han pasado como 35 años aún recuerdo lo que me dijo.
“Negrito, hay gente como los amigos que ves, a los que pueden detener en cualquier momento, y les castigarán a golpes o les torturarán para que digan lo que saben, por lo que pasa lo que viste, pero, cururito, lo mejor es siempre saber poco, por que al que lo detienen, le preguntarán y él, puede hablar y ¿dirá que? Solo lo que sabe, nada más, y si algún día te toman, ¿Qué dirás, qué podrás decir? Sólo lo que sabes nada mas”.
Me tomó de la mano y caminamos hasta la casa, no habló más palabras y cuando lo miré, me regaló otra sonrisa enigmática.
Y el bus llegó al lugar en que hubo que bajar, dos horas y algunos minutos arriba de la lata de sardinas, p´tas que hace calor, pero, hay que andar no se puede hacer otra cosa sino avanzar.
Tantos años pasados en estos lares, entre el 55 y ahora y ahora son como treinta y tres, en esta calle el viejo tuvo puesto en dos ferias, cada martes y viernes antes de ir a la escuela y luego de terminar las clases venir a dejar armado todo y en la tarde antes del almuerzo regresar a buscarlo y llevar las cosas a casa, mas tarde ya de jovencito el ingreso a la organización juvenil igual que el padre, el con los mayores y curi los jóvenes terminando un par de años mas tarde como principal responsable de aquella organización de izquierda de todo el sector, del mismo que hoy a los 40 responsable de jóvenes y mayores del mismo partido de izquierda, solo que ahora es mayor en magnitud, aquellos con los que se trabaja pueden ir a la cárcel si los detienen, si es lo menos será desterrado en el territorio, al desierto atacameño o a los fríos del sur, o puede caer baleado en alguna calle, asesinaron al mono canales a comienzos de la junta fascista con él se fue el Pedro Rojas y al Orellana, y al Salamanca, más de uno en las protestas. Si al hijo de la Rosi el paco lo puso al lado de la fogata un paquete lo colocó al lado de muchacho y disparó la carga completa de su pistola cerca de los pies del muchacho de menos de quince años.
¿Y el morangután? Chuchas, ¿Qué año sería? Años de la actividad sindical, 85, si, puede ser, día de las protestas más grandes, en la mañana en el centro habían detenido a la Presidenta de los trabajadores textiles, luego de hacer lo que había que hacer la esperé en el local de su Federación y regresé con ella por acá mismo, había que juntarse con un par de amigos (como los amigos del manolo) y anotar lo ocurrido en la comuna, en el último asiento de la micro iba esa tarde, había una barrera de fuego en esta esquina, el chofe aceleró y se metió por el lado, saltó la micro y yo con ella, sólo que, me fui p´al lado y caí sentado en el piso del bus, dolió la cola por tres meses, caminamos hacia la legua y apareció el bus de los pacos, metralletas en mano, bastones listos para golpear, cascos verdes, mascaras de acrílico extra duro, botas con punta de acero, Los Xilones les llamaban, lanza granadas de gases lacrimógenos, de una fogata sale un adolescente negro como alquitrán, los pacos se detienen y uno se acerca por que va a la siga del muchacho, este no encuentra nada mejor que ir a colocarse al lado nuestro, camina junto con cara de angelito, el paco pregunta ¿P´a donde van?¿De donde vienen? ¿Y tú? Pregunta al niño, Es “mi tía” dice, el paco mira y nos echa, ¡Vírate vos cabro guevón! ¡Ya tío!, “si tenía que salvarme”
-Oye Morangután, pa otra vez lávate las manos y la cara por lo menos, el paco no te quiso llevar.
- Ah tío, si ya pasó.
- Shiiiiiii el pariente que me salió, y tuviste cueva, así que virate luego de mi lado.
- Ya, me voy oooooH. Gracias tío.
Desde hacía un par de años conocía al muchacho, le decían morangután como a un helado, hijo de quien sabe quien, la calle su habitación durante el día, cada vez que me encuentra me pide monedas.
Al llegar a la casa de la Rosi luego de tres semanas, alegría y preguntar por los compas, todo bien y normal sólo que los chanchos de la CNI u otros de los mismos encontraron en una alcantarillas de la población encontraron unas armas, estopines y explosivos, nadie sabe de quien son. Fuera de eso, nada malo.
- Jajajajaja, ¿Rosi de verdad nadie sabe de quien son los fierros y pitos encontrados? ¿No son nuestros Rosi? ¿Tu lolo será? ¿Los ultra violentos del otro lado? ¿Hay que saber luego flaca? ¿El Matías a que hora va a llegar? ¿Los gemelos donde andan? ¿Ha andado por acá la chica Ángela? ¿La Maigo?, flaquita consíguete la casa de la peluquera para reunirnos mañana por favor, en la tarde, que se chequeen todos antes de llegar, no me gusta esta cosa flaca, ¿Hay algo extraño?
En la zona operan varios grupos que cargan fierros, ten boludos de haberlos guardado en una alcantarilla, meterlos allí, bueno, si los allanamientos son periódicos y es mejor que los encuentren en una calle si no tienen un buen barretín. Al menos no son de los nuestros, al menos no los van a raer cerca de acá y estoy seguro de esta población.
- Hola Matías, cuéntame todo por favor antes de que salgas de vacaciones, y más aún si encontraron los chanchos.
- Mañana nos reunimos en alguna casa con poco uso, ve con la Rosi la casa de la peluquera, a las 4 empezaremos, llega temprano almuerza allí con la Ángela, yo llego a las 4 con la Maigo.
No fuimos los tres, el Matías y la Rosi a comprar pescada para freírla y almorzar ese jueves, pescada frita y ensalada de tomate con cebolla, así que nos fuimos por la calle de atrás de la casa, una bolsa, y las ganas de seguir viviendo, el sol de mediodía pesa sobre las cabezas, al pasar el primer pasaje y mirar hacia la calle principal, un auto blanco pasó lentamente, normal pienso, no hacer caso y seguir, cincuenta metros más abajo otro pasaje y nuevamente el auto blanco, extraño parecía el mismo, otro pasaje y el mismo blanco auto, pero, parece que el verano y los días inactivos quitan reflejos. Cruzar la calle Central y meterse allí, al callejón, (más conocido como del pecado) mirar al sur y ver al auto que vira hacia donde caminamos, el callejón, a la derecha el muro de la industria que lo han ido elevando ya mide casi 7 metros de altura solo ladrillo, a la izquierda el muro de la otra Industria, misma altura, son 100 metros de muros, entramos en la calle y el auto acelera.

- “Cagamos niños, apuremos un poco para ver que ocurre, nos venían siguiendo.”
Se siente el ruido del motor de auto blanco, es un chevette, acelera más y se detiene dos metros más delante de nosotros, se viajan los 4 y uno grita.
- “Gente, deténganse, Policía” – muestran las placas y sus manos libres en la pistola, dos adelante y dos parapetados tras el auto para proteger a los otros.
- “Me muestran sus identidades” –dice el jefe-
- “¿Dónde van?” – habla el otro
- “A la feria” -- Dice la flaca
- “¿Dónde viven?”
- “¿Alguno de ustedes tiene problemas con la justicia?
- “¿usted señor?” “¿Algún problema?”
- “No, no los tengo, al menos no lo se”.
- “Bueno, pediremos los antecedentes a la jefatura y si no hay nada, se van”.
El conductor se llevó los carne de identidad y esperó, largos minutos, quizá ni tantos, solo se veían que eran muy largos, y se oye la voz que responde desde la jefatura, el curi prófugo desde el año 75, dirigente del PC, un viaje a Rusia.
- “Señor, como me dijo que no tenía problemas”. –Es la voz del que parece ser el jefe-
- “Dije que no sabía, - respondo algo nervioso y mas blanco que saco de harina-
- “Señor, suba al auto que le tomaremos una declaración extrajudicial”
En el auto, solo el chofer a la espera de los otros dos carné, el del Matías y de la Rosi, la alteración nerviosa es complicada, respirar profundo, poner la cabeza en movimiento, mirar para atrás, NO es auto institucional de los ratas ya que es blanco y los otros grises y llevan el escudo de la policía, este no lleva nada que lo distinga de los otros, la detención es rara, estaban esperando y el más huevon me di cuenta y no coordiné los reflejos, 15 años y pasar ahora que esto queda poco, ahora, no hables sin que te pegunten y contesta las preguntas pensando antes, recuerda lo que te pregunten para que no te contradigas, ordénate, dos alternativas tienes, solo dos, o vives o mueres, no hay alternativa, ¿Qué hay en la casa? Tranquiliza la respiración, en casa mío no hay nada, de la gitana no lo se, espero no haya nada, el chofer el auto rompe el silencio.
- “¿lleva armas de fuego escondidas?
- “No, no las uso, es prohibido”
- “¿Cuchillos, puñales, cortaplumas?
- “Ni siquiera cortaplumas”
- “Mire le digo que me entregue todo lo que lleva antes que lo allanen y se lo encuentran”
Luego aparece la voz de la Central, ahora tira la cosa del Matías, dicen que fue relegado en Sierra Gorda allá en el desierto, la palidez va en aumento, de la Rosi, no hay antecedentes y la echan, ella al irse mira hacia atrás para anotar la patente del auto, el jefe la amenaza, ella se va rápido, luego se pondría en movimiento los mecanismos de defensa, se va a la Vicaría, otros a la Comisión de Derechos Humanos, al Matías le indican que suaba al carro, de los tiras suben dos adelante y dos van con nosotros atrás, se empieza a evidenciar sus papeles, por la vereda del rente pasan dos muchachos, se detienen a mirar, le muestran una pistola y se van.
- “Jefe se anotó un poroto, con el señor” –es la voz del que hace de malo-
- “Lo van a felicitar” -dice el otro-
- “jefe, que se comunique por clave 3” -es el chofer quien le informa-
- “A usted lo buscábamos desde hace 15 años” -me dice el que hace de jefe-
- “¿En donde se metió en estos años que no lo encontraron? –nuevamente es el jefe-
- “¿Así que estuvo en Rusia? –es el que trata de ser malvado, amenaza con avisar a los otros-
- Si, estuve allá, el año 72 para el 73.
- “Ustedes no permiten que nosotros busquemos a los patos malos, nos hacen perder el tiempo en otras cosas” – el jefe habla-
- “Usted es inteligente, si lo hubiesen encontrado los otros, se lo mandan cortina” ¿Allá en Rusia le enseñaros a disparar? –es el malo
- “No, me enseñaron a disparar acá en Chile”
- “Si, ¿Y quien le enseñó?
- “El teniente, en el regimiento”
El chofer da la vuelta en U y suben, pero, es extraño todo, no vamos esposados, menos aún con venda en los ojos que ha sido la forma de detención en los últimos años, el jefe siempre quiere dar la visión de que ellos andan buscando delincuentes y que nosotros le hemos sacado de sus labores diarias, es otra de las cosas extrañas, al ir subiendo, dan la impresión que no conocen el sector, que le digamos en donde hay teléfono público, cada pregunta la guardo, el cerebro trabaja a full, guarda cada palabra, los ojos miran todo, viran acá y allá, hasta llegar al kiosko de la Avenida Central y el Pinar, se baja el jefe y llama a su jefe, más raro pienso, tiene radio y se comunica por teléfono, da los nombres al jefe, y regresa, allí nos ve otro compañero, se percata que vamos detenidos y sale rápidamente, mira la patente del auto, regresa el jefe.
- “El jefe los saluda”, les comenta.
- “Le tomaremos una declaración extrajudicial, la que no tiene valor para acusarlos de nada, usted si bien está prófugo pero es delito ya prescrito, así que solota declaración para que se vaya”.
Avanza al sur y luego al poniente, miro cada cosa, puede ser lo último que vea en este mundo, busco que decir en el interrogatorio. Puede haber electricidad, submarino, trata de salir dignamente.
Sigue avanzando el auto, Sta Rosa es cruzada, Gran Avenida, acá deberíamos virar al norte, el cuartel está en esta calle, más sigue el auto rumbo al poniente, malo esto, está malo, no vamos al cuartel policial, pueden no ser policías sino de los servicios de inteligencia de la dictadura, y ahí solo lo mas malo se puede esperar, sigue siendo raro, cruzamos la carretera Panamericana Sur, la feria y seguimos al poniente, en una calle se cruzan tres jóvenes de cabello largo.
- “Miren ahí va el guatelapiz y el carne amarga y nosotros llevando a estos señores para un declaración extrajudicial” –el jefe de nuevo insiste en demostrar que son policitas normales, solo que no es así-
- “podríamos detenerlos, pero tendríamos que dejar a os señores libres y el jefe nos castigaría” –es el chofer ahora-
Acacias, aromos, rosas en las casas, algunos perros, es Santiago en Enero, mucha gente en las playas, los otros en las casas capeando el calor. Insiste el malo en decir que si me entrega a los otros servicios (Cni) me matarán, pero, no le digo nada, solo pienso en que hablar, que decir, la conducta a mostrar, miro jardines y casas la gente que hay en la calle, todo queda grabado.
- “Y usted, ¿Cómo me dijo que no tenía nada con nosotros y estuvo relegado allá ene el norte? –El jefe le habla al Matías-
- “Si pero, estuve preso y me condenaron por lo que ya pagué” –les dice el Matías-
- ¿Por qué lo relegaron?
- “Me tomaron en una protesta”.
El auto cruza Velásquez y sigue al poniente, cinco de abril, las rejas y sale al la ruta que lleva a Valparaíso, el jefe toma el micrófono y llama a su cuartel para que les abran la puerta que llegará en un par de minutos, y finalmente entra, la puerta metálica se abre sola, en la garita de la entrada no hay nadie, hay varios módulos de madera, pero, no se ve a nadie a la vista, parece que estuviese deshabitado. Detiene el auto frente a una puerta amplia, nos hacen bajar, nos sentamos en unos sillones, el jefe manda al malo a buscar las fichas de ambos, salen todos y solo queda el chofer y nosotros. Nadie más.
- Puede ser lo último que haga en este mundo y trata hombre de salir dignamente o a la vida o a la muerte.





Texto agregado el 12-09-2004, y leído por 606 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
14-06-2006 Buena prosa, me habla de ti Curiche, de tus vivencias. Hechos crudos, compromiso resteado. Te observo... ***** SorGalim
17-04-2006 Amigo, el relato es muy llano y claro... Cuántas mierdas llevamos cargadas en la espalda! SIgo... elnegropablo
19-05-2005 que exelente.. todo.. si todo, las descripciones de la micro de esos eneros ochenteros, esos flashback, todo bien empalmado y quedé con las terribles ganas de ir al otro cuento, ahí te dejaré mi comentario, y otra cosa, generas muy bien la tensión en las situaciones dificiles, cuand hablabas de ese muro grande de ladrillos me recordaba la población Arauco donde pase mi infancia en las mejores protestas y cacerolas y todo.. muy bueno.. no exelnte eso e slo que había dicho exelente. 5* mateoroquesk
14-09-2004 Que bruto nos dejs con un suspenso tremendo ya termina el siguiente esto se pone cada vez mas picosito. gatelgto
14-09-2004 Lei muy rapido y necesito calma para absorber todo eso despues te releo ahora no puedo estoy esperando la llamada para la renta de la casa y no puedo ocupar la compu. mucho tiempo saludos. gatelgto
14-09-2004 Es una buena narración que al final te deja en suspenso. musquy
 
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