Sepa usted que agradezco haberle amado, agradezco la utopía de un amor en blanco y negro de agua y aceite. Sepa usted que agradezco las veces que recorrí su piel las noches que dormí sobre su pecho y tantas veces que usted desgarró mi pensar. Sepa usted cuánto agradezco tanta felicidad, todas las veces que despeiné su cabello y sonreí al recordar su aroma. Sepa usted que le canto canciones de alegría para que llegue un susurro de paz a sus manos tristes.
Texto agregado el 18-05-2016, y leído por 190 visitantes. (7 votos)