A paso lento marcho,
divina mañana de plata
se hace sentir en los huesos,
solo mi anda bajo una luna borracha,
y el saludo de lucero en el cielo
La calma se vuelve calma
cuando se transita en paz,
mas si no es una tormenta,
plaga de dudas la existencia
nutriéndose de voluntad
Esta aurora ya ha nacido,
con matices de esperanza
y aires de grandeza,
introduzco en mi ser esta nobleza,
extingo de mi voz esta amargura,
anhelando, esperando impaciente
que los minutos de este día se puedan estirar,
Solo me dejo llevar, por el trocito de vida
que hoy me acepta y no marchita
el hueco que ocupaba su lugar,
lucero ya se quiere esfumar,
y el cielo queda limpio
de nubes, de astros y de culpas
divina mañana de plata, no te vayas,
quédate hasta el fin de la tristeza,
yo confió en tus colores
y en el aire que renuevas,
otra vez a paso lento,
abrigándome los huesos,
con la fe en los bolsillos
y en mi rumbo el corazón.
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