Hoy te vi. Vi tu foto en una página de encuentros.
Me entristeció ver esos ojos que vieron mis ojos
mirando un vacío que mirarán otros también vacíos.
Hoy te vi. Vi esa sonrisa que me hacía sonreír,
sonriendo a la nada en búsqueda de mas nada
que pueda colmar todas las nadas que te habitan.
Hoy te vi. Vi la oferta de tu lastimado corazón
como un rezago que se brinda en tiempo de rebajas,
a la espera de oportunistas mendicantes de cariño.
Hoy te vi. Vi mis otros tiempos en tus tiempos,
cuando compartíamos nuestros tiempos en nosotros,
sin que tuviéramos que cedernos en busca de encuentros.
Hoy te vi. Vi lo que perdimos y ya no encontraremos,
por más que lo busquemos donde otros más buscan.
Me dolió tu oferta en mesa de saldos. No te lo mereces.