No busques mágicos remedios
ni soluciones ficticias embusteras,
sueños y metas, puros cuentos,
real es el vacio y la desgarradora marea del olvido
permítete caer bajo la claridad de la luna,
mirando las estrellas y los años que se vuelan,
ríete y maldice al compas de la ironía,
cínico como ninguno y mortal como todos
Acoge las buenas y malas noticias,
obséquiales cobijo con tus años de tormento,
nunca nadie ni aun queriendo ha bebido de tu suerte
ni retuvo en sus pupilas tus caminos sin salida,
juega con la muerte, búrlate y siempre hazle trampa,
abraza a la vida, quiérela, no la ames
Y en el ocaso de tus días, ni feliz ni tristemente,
aceptaras que es la hora, partirás indiferente,
porque el tedio fue más grande
que las breves luces de tu dicha,
y ya el mundo te ha extirpado,
masticado y digerido,
tu débil fe de porcelana,
y la esperanza que no vuelve
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