Sentir otra vez tu cuerpo desnudo.
Isla perdida en el vacio de mi vida.
Orquídeas rojas en las dunas nevadas de tus senos.
Tus labios, acero al rojo vivo, me abrasan.
El sabor de tu copa de nácar en mi boca.
Sueños entrecruzados de placer y sufrimiento.
Borrar mi mente para poder dormir.
Soledad hiriente de la noche.
La protagonista de mi locura, tú.
La eternidad, no vendrá a abrazarnos.
Mañana, todo será una quimera.
El camino que me conduce a la luz, se poblará de zarzales.
Sus espinas me lacerarán otra vez.
Gotas de rocío rojas manaran de mis heridas.
Las lameré como un perro.
Dormiré.
CARDEN@L
Texto agregado el 11-05-2016, y leído por 206
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