A todos mis amigos poetas, y a los que no lo son, como una caricia a sus versos, con un odio que no tiene sentido, con un desprecio que no es más que desprecio por mí mismo, por lo tengo aun en común con la humanidad, cordial saludo…
Siempre su amor se marcha con un hombre al que no ama, pero ¿y si no lo ama y te ama a ti? ¿Porque demonios se está marchando con otro imbécil? ¿Y si es por dinero o posición social? ¡Entonces despierta pequeño poeta! no ama a ninguno de los dos ¡imbécil! ama el dinero y la posición social. Ahora sé por qué no encajo y tal vez nunca pueda encajar en este lienzo azul, azul como el cielo y así mismo de intangible, es ese algo de la humanidad de vivir con un ojo abierto y el otro perdido siempre en la fantasía que engendra algo de esperanza al desdichado existir, es como ver los dos lados de la paleta, el vuelo de las golondrinas siempre será algo majestuoso y sublime, como las goteras que ocasionan cuando anidan el techo de tu casa campestre, y que más da, esto suele ser como el amor de los poetas, un conjunto de aciertos y engaños, amor = desamor, placer = dolor, lucha, lubricación, éxtasis, saciedad, palabras fatídicas, estremecimiento y pensamientos absortos, delicadeza atropellada por la patanería de la realidad, verdugo = victima, en algún lugar leí una vez que “los débiles estaban aquí para justificar a los fuertes”, y aun así seguimos blasfemando encrucijadas, bebiendo la fe de la sangre, del rencor, como una suerte de predilección por todo lo que contrarié al existir, como el amor de los poetas, como una mancha de sangre en la alfombra se transforma, se seca, se pudre, pestilente, atisbo de idiotas, fatum del renacer del hombre, elixir de la realidad demolida en fantasías pusilánimes y escuálidas, olvidados del dolor carnal, del renacer, del sacrificio, del ayuno, del placer del no placer, de la saciedad del no satisfecho, del amor al odiado, del desamor, del desprecio…
No espero letras como comentarios, no espero palabras, espero sensaciones y si es preciso fragancias, espero olvidemos las cadenas y la sublimidad de seres perfectos cual Dios, y espero el sentimiento carnal de quien no se fijó a quien le dijo te odio, y lo odió, pues = para mí las palabras, las letras y las ideas se las lleva el viento, lo que perdura es la acción la actitud, y para ustedes les dejo un abrazo cordial, que perdure por sobre las diferencias, caprichos halagos o sentimientos encontrados, que nos hagan olvidar que esto no es para siempre y nos obliguen a dudar siquiera un segundo de la muerte…