CRONICA DE UNA HERENCIA CRONICA

La Noticia
Hace algunos años una noticia hizo cambiar el rutinario acontecer de una gran cantidad de personas, de un apellido en particular. El asunto era nada más y nada menos, una descomunal fortuna que un gamonal del siglo XVIII, había logrado amasar con la venta de café a Europa y estaba, supuestamente depositada en Bancos de Inglaterra, sumando y sumando intereses, durante más de cien años. Acontecimiento que crispó los pelos del más lampiño y puso a pensar al más baboso, y no era para menos, cualquiera se rendía ante tanta belleza

Los Descendientes.
Rigo Aguilar se frotó las manos y subió el volumen de su televisor. Esta vez era una mujer, sabedora de quienes eran los supuestos descendientes de dicho señor. Ella decía que llevar el apellido Aguilar daba la posibilidad de convertir en millonarios a muchas personas, lógicamente Rigo se dio por aludido, inmediatamente preguntó a su mujer, cual era su segundo apellido, se le había olvidado, para ver si, por casualidad, junto a ella apretarían a doble trueno y hacer la mesa gallega. De los números que se habló, se podía pagar la deuda externa del país y sobraba para confites.
Según la señora, hace aproximadamente 60 años, fue su padre comisionado, por abogados españoles para contactar con los descendientes de Aguilar y así poder repartir semejante cantidad de plata. Dicha mujer escribió un libro, entre otras cosas, en su contenido había un árbol genealógico, que más bien parecía una barbacoa para chayotera, éste daba la posibilidad, supuestamente a Rigo de confirmar, si estaba embarrado con dicha herencia, lo curioso del caso era que para informarse, tenía que comprar el libro; detalle que lo que puso a pensar.

En busca del Aguilón perdido.
Rigo y su primo, se dieron a la tarea de averiguar por su cuenta el asunto; tomaron el autobús para la capital, bajo un torrencial aguacero de Septiembre, llegaron a la Curia Mesoamericana. El único temor de Rigo era si don Toribio había sido ateo y no fuera a aparecer en los anales de la Iglesia, - Imposible, sino aparece, es que simplemente no nació, le contestó el primo con tal de disiparle la duda.
Cuando los funcionarios de la Curia Mesoamericana se dieron cuenta de las razones que movían al par de primos a escudriñar sus raíces, fueron tratados en forma especial, fueron llevados a una oficina privada, incluso, conocieron las bóvedas en donde se guardan con gran recelo los archivos más secretos.
-Pase por aquí don Rigo, una tacita de café? –
- Ustedes no, vengan mañana – Le decía otro cura a unos pobres cristianos que llegaban, para otros menesteres.
Pero pasó lo que Rigo se temía, por alguna razón se cortaba el cordón familiar ascendente, lo que ponía en peligro toda gestión. Pero para eso estaban los curas, ellos se encargarían de soldar la cadena, a como diera lugar; ya fuera con muertos (que nunca se dieron cuenta de sus millones) ó afortunados sin vela en el entierro. Pudo averiguar que el ligamen de su abuelo no era directo, sino venía de una metida de patas de una hermana de don Toribio, lo que hacía pensar a los de la Curia que venía de un
“hijo natural”, por lo que éste inconveniente podría atrasar la búsqueda, aunque talvez con una buena rebanada se podía arreglar, pero lo importante era; que los Aguilar ahí estaban y decididos a cruzar el charco. Entonces el “soldador” más viejo de la Curia le dijo a Rigo: - Acuérdate de mí, cuando estés en el paraíso -.
De alguna manera había que solucionar aquella situación, ahora si estamos conectados con don Toribio – Le decía Gerardo, su primo –
Y no es nada, - En regla con las autoridades terrenales y celestiales – Contestó Rigo, mirando al cielo al momento de subir al autobús de regreso.

Los planes de Rigo.
No lo iba a negar, sintió un cosquilleo en todo el cuerpo, cuando supo de su consanguinidad con don Toribio, también al darse cuenta de los muchos familiares que no sabía existían, y que se harían millonarios junto a él, pero a la postre se convertirían también en su competencia; eso si era preocupante, pero aun así, los sueños lo envolvieron.
Rigo experimento cambios, como a todo buen Aguilar, también le sucedido a sus parientes cercanos, ó sea a primos hermanos, primos segundos, a conocidos, vecinos, amigos, etc, y fue aquí cuando comenzaron a surgir algunas preguntas: ¿Hay Dios mío, que voy a hacer con tanta plata, si yo me enredo con el vuelto de un tucán?, ó frases como: Pero ni licencia tengo para manejar carro, con costos ando carretillo, “A los demonios, con estas borracheras siendo pobre, ¿Cómo será con plata?, de seguro me voy a desnucar”; sin duda todo sería diferente.
Cifras iban, cifras venían, millones subían, millones bajaban, y los Aguilar aquí esperaban”
Conforme pasaba el tiempo, contaba Rigo, el asunto se ponía bueno, comenzaron a aparecer los saludos de gentes, que en la vida, nunca le habían dirigido la palabra, aparecieron los don Gerardo, los don Rigo, señor por aquí, señor por allá, apareció gente para traerlo y llevarlo en automóvil, cuando antes ni lo alzaban a ver, esos de si te vi en una parada de buses, ni me acuerdo, en fin, los galanteos; en cambio, a otros fue lo contrario, les dio por distanciase, ya no saludaban como antes ó simplemente evitaban la palabra, se escondían quizás presintiendo ya un cambio de clase social.
El comentario era obligado, estaba en las esquinas, en las pulperías, las cantinas y muy posiblemente en la Iglesia, en donde más de un “involucrado”, (como les llamaremos de aquí en adelante) ofrecería su buena tajada, con tal de que el asunto pasara a primer debate en las cortes celestiales.
Para algunos ya el pueblo no era el mismo, aparecieron hijos regados, de pobres madres abandonadas, concubinas reclamando amor, “que el mayor tuyo es la misma pinta de los Aguilar”, “que no perdió patada”, “que porqué no la casás con el hijo de tu prima para enredar más el apellido”, mujeres casadas exigiendo a sus maridos explicaciones por tener hijos fuera del matrimonio y hasta ahora se daban cuenta, etc. Estas conversaciones eran cotidianas entre los involucrados, estos Aguilares de veras, eran bien pícaros, herencia posiblemente de sus ancestros; también se desató una jauría por cazar algún miembro de ésta nueva casta, cualquiera se peleaba por ser correspondido ó correspondida y conseguir un buen “jaretazo”.
Un día viniendo Rigo de trabajar toda una noche, de no muy buen humor, cansado y con mucho sueño, compraba el pan de su desayuno, cuando se le acercó un involucrado, bien bañado, fresquitito, supuso venía de dormir toda la noche, y le preguntó si sabía de alguna nueva noticia, Rigo se quedó pensando por un momento, y solo atinó a inventar alguna ”yeguada”, una falsa noticia, por lo que entonces le respondió: - He oído algo sobre la llegada de un barco a Limón con una gran mesada, lista para ser bajada en camiones- , El involucrado peló los ojos, se sacudió el pelo aún mojado y salió como alma que lleva el diablo, para la tarde Rigo esperaba la llamada. Dicho y hecho, sonó el teléfono, al otro lado una voz le pedía discreción, por si había alguien cerca, que no fuera de los involucrados, y empezaba a hablar de un barco cargado de plata que había atracado en Puntarenas; pero cuando Rigo le contaba, que él barco había llegado a Limón y no a Puntarenas ahí mismo, se oía al otro lado del teléfono un ruido como si a un auto se le desinflara un neumático; entonces la voz replicaba: “que ahuevado”.
Aquí fue donde empezó a sospechar que algo andaba mal, sin embargo, no perdía la esperanza.
Como les decía, Rigo empezó a soñar, total era gratis, le hacía olvidar su pobre situación económica, suavizaba la pereza en el trabajo. Primero, pensó en comprarse un par de autos del año, por supuesto para ir a las fincas que compraría en Guanacaste, para luego de regreso pasar por su casa de la playa, y cuando se acercara a San José, recogería un par de modelos, esas de la televisión, y por último rematar en las cabañas de su quinta, en las montañas de Heredia…
- No pierde, le decía su primo Gerardo.- soltando una carcajada.
Sin embargo al trabajo no iba a renunciar, hasta haber “rajado” lo suficiente, le restregaría los millones a sus jefes en contraparte por hacerlo trabajar horas extras, además buscaría la manera de traerse hasta el último cinco de sus prestaciones laborales, esto por tanta trasnochada, decía que esa si era plata bien ganada. Dentro de sus planes también estaba un viaje alrededor del mundo, haciendo escala en Houston, a una clínica privada para una rectificación total, quedar como nuevo, aunque medio cibernético, ya que a estas alturas al hacer algún ejercicio ó esfuerzo físico se daba cuenta de partes de su cuerpo que no sabía que existían.
“Poderoso señor es don dinero”, cosa más cierta, “lléneme la billetera y me veré más guapo”_ Le decía Rigo a Gerardo _
Aunque también he oído que “billetera mata galán”. Le respondió el primo burlándose. al oír tanta tontera.

Caín y Abel.
El asunto había despertado diferentes reacciones en la mayoría de las personas, algunos con sus euforias y planes, como también a los que no tenían nada que ver en el asunto, y fue aquí donde se llegó a dar cuenta Rigo, de personas involucradas, que pagaron abogados independientes con tal de escudriñar al máximo los folios y tomos, buscando un parentesco más directo, ya fuera una mancha en el jarrete, un tic nervioso etc, lo que fuera, con tal de acercarse un poco más a tan distinguido antepasado, pero por más intentos, no hubo manera de escalar, en tan privilegiada argolla.
En una tarde estando Rigo con su papá, degustando una taza de café, y repartiendo algunos excedentes (sin haber llegado), le comentó que este pueblo se “pudría” ó se podría transformar, en un pandemónium, a pesar del ambiente frío, ya que no había indicios de ninguna clase, con respecto a la llegada de libras esterlinas, verdes dólares ó devaluados colones, esta tensión a corto plazo se convertía en una bomba de tiempo porque la envidia daba pié a una guerra sin cuartel entre hermanos. Comenzaron los celos, las intrigas, porque llevar el apellido Aguilar de primero, era de abolengo y prestancia, pero, ¿que pasaba cuando algún involucrado era de segundo apellido también Aguilar?, éstos si se iban a podrir en plata, y más candente se ponía la cosa ya que éstos si ostentarían el poder, en comparación con los involucrados indirectos. Entonces se podía escuchar, frases como éstas: -“Plata para esa gentuza”, -“Es como echarle perfume a un chancho”, -“El que nace para maceta, del corredor no pasa”,- “Es como gastar pólvora en zopilotes”,- “Dios no le da alas al animal ponzoñoso”. Ese era ahora el nuevo trato entre algunos de los involucrados, entre los casi hermanos, los que toda la vida, vivieron tranquilamente, en las buenas, las malas y las peores. También sucedía cuando alguien no había logrado colarse, entonces, se dedicaba a “meter carbón” entre los involucrados para provocar el enojo y generar el cisma. Todos querían participar en aquella danza de millones, de gustos y placeres.
Al dar su padre el último sorbo de café, le dijo: - Rigo talvez esto es una prueba que nos manda el de Arriba, pero, te soy honesto, me gustaría esperar por más noticias.

Las Estrategias.
El tiempo pasó, la remesa era esperada para navidad, algo así como un regalo del niño Dios, se empezó con reuniones privadas, en lugares muy secretos, la seguridad imperaba ante todo, sorprendiendo hasta a los mismos involucrados. Por medio de un agente secreto, camuflado é infiltrado, se pudo averiguar los temas que ahí se trataban.
En esta ocasión Rigo no podía asistir a la reunión por lo que optó por pagarle a otro involucrado para que le contara lo expuesto en la misma , pero esta vez, el abogado no llegó a la reunión mensual, y se suponía era la persona más importante, ya que traería información directa de su último viaje a Europa, lo que más extrañó a los presentes fue como, éste, para justificar la ausencia, se había dejado decir que tenía un asunto más importante que atender; pero qué clase de asunto tendría, ese abogado, “más importante”, como para despreciar una querella por una herencia de tal magnitud, sabiendo se llevaría su buena tajada?, no había palabras para semejante acto, ese fue el comentario antes de la reunión entre los indignados involucrados, por lo que decidieron empezar ellos mismos con el asunto internamente. Le pedí entonces a mi informante que conectara la grabadora de bolsillo:
- “ Silencio, silencio… por favor “, (la voz me sonaba conocida )
- En vista de la ausencia del “abogao”, empecemos nosotros, de acuerdo?
- Silencio… el punto más importante de aquí en adelante es la seguridad, señores, tratemos de no llamar la atención, ya es hora de madurar en este aspecto, acostumbrémonos a vivir con mentalidad de gente pudiente, primero evitemos el roce con los desheredados, no llamar a los medios de comunicación preguntando cosas que cualquiera nos puede informar en la pulpería, si se ven en la calle, reúnanse más de tres para evitar un secuestro ó sea en otras palabras no rieguen la bola, “háganse los chanchos” , “échense y no hagan polvo”; entre menos gente sepa, más vamos a estar protegidos.
- Segundo punto: -Atención, vamos a recoger la plata de la rifa, y a entregar los números de la próxima semana, esto por cuanto los abogados y sus acompañantes tienen viaje dentro de quince días al viejo continente, por favor.
- Hay alguna pregunta?
- Entonces no se sabe cuando va a llegar?
- No doñita, hasta que venga el “abogao”
- Bueno, eso sería todo por hoy.
- Ah, un momento, un momento, por favor, no olviden encender una velita en la misa de las siete, a santo Toribio, esta bien?
- Otro punto, a mitad de semana se las avisará el lugar para la próxima reunión, no olviden la clave, hasta luego -

Los Involucrados Políticos
Estaba Rigo, en compañía del primo Gerardo, disfrutando de una cerveza en la cantina, después de un arduo día de trabajo, cuando sin querer les llegó a oídos una conversación entre dos individuos; éstos eran de los involucrados políticos ó sea, casados con herederas, en otras palabras “herederos indirectos”, pero, cual fue la sorpresa al escuchar, los planes con respecto al uso del dinero de sus mujeres:
- Uno de ellos dijo cambiar de barrio, de amigos, a la mujer le compraría un carro BMW con chofer incluido y dos empleadas domésticas nacionales, cuyas edades apenas sumaban la de su mujer, mientras su compañero lo interrumpía para decirle; que el zapatazo que le iba pegar a la doña, no iba ser jugando y se buscaría dos novias, de menos de veinte años para el respectivo reemplazo, el del brazo vendado, producto de un accidente en el trabajo, alimentaba la esperanza de no volver al mismo, esperando la buena nueva, el segundo comentó los problemas que tenía con la señal de su televisor, pero, el mismo tenía la solución, decía, porque se compraría una antena parabólica que le robaría la señal a todos los satélites y a los guilas los mandaría a estudiar a España y después a Inglaterra para que conocieran el lugar donde estuvo guardada tanta “harina”, y aprendieran de esa manera a cuidar lo que tanto les costó ( supongo hablaba de los honorarios de abogados) sin embargo el diálogo terminó cuando la esposa de uno de ellos entró a la cantina bastante alterada y malhumorada para llevarse a su marido a su casa.

Tío Toribio y la Fe
Como todos sabemos, nuestras comunidades son muy religiosas, lo místico invade cualquier rincón, y con don Toribio no sería la excepción, pues al tío Tori hasta misas se le pagaban con tal de que se les ablandara el corazón a los ingleses. Tampoco era extraño escuchar en la calle, en la fábrica, el terreno cuando alguien se quejaba, por los sueldos bajos, porque se majaba un dedo ó se hacía una herida con el machete, oírlos bajar de los cielos a Santo Toribio, para que éste, con su intervención y fortuna les mitigara el dolor y disipara los colerones, que se pegaban aquí en la tierra.
Y porque no decirlo, hasta se compró lotería a medias con Toribio.
No era extraño oír en el rosario, alguna cuñita en las letanías, alusivas a tío Tori, apelando al ánima de éste, para obtener votos en el más allá, algo como esto:
- Tatita Toribio, mándanos plata para sentir algún alivio, rogad por nosotros.
- Santo Toribio de Aguilar, aunque no lleve tu apellido, no me dejes de dar, ten piedad de nosotros.
- Virgen del Rosario, alumbrad el alma de Toribio, a ver si termino este calvario
La venta de velitas se incrementó, incluso un año después la pila del bautismo mojó la cabecita a varios Toribios, como dice la palabra: “Bienaventurados los que creen, porque ellos heredaran”.
Sin embargo, pasaron los días, los meses, los años, hasta que un último informe de los abogados, enviado por correo desde Londres y leído en la que sería la última reunión, rezaba lo siguiente:
- “Atención, atención, se ha hecho un nefasto y desagradable descubrimiento, gran parte del capital nuestro se encuentra invertido en las joyas de la corona británica, el principal contratiempo, por ahora, es buscar quien le quite la corona a la reina Isabel, sin despeinarla, por lo que sugerimos enviar más dinero para contratar abogados de aquí, ya que nosotros no hablamos inglés.
- Esperamos pronta respuesta.
- Saludos a Rigo”.
- Oiga Rigo, le mandaron saludos - Le decía Gerardo en tono burlesco.
- Callate, que hasta les di plata para que me trajeran una foto de las “espais ger”, ahora si me fui con todo.

La sacó del estadio
Pero hasta donde llega la desesperación por convertirse en un “involucrado”.
Lo que les contaré es real y le sucedió a Carlos Mercado Orondo, originario de Socoaco, pero radicado Costa Rica, trabajador, amante del dinero, del juego y de todo camino que lo llevara a él. Esta vez no sería la excepción, porque al escuchar de tal herencia, empezó a hacer números quedando anonadado y seducido ante semejante noticia, se dio a la tarea de cambiarse el nombre, a como diera lugar, hasta se hizo amigo de las guardas de Migración para alcanzar su objetivo y así poder participar en la danza de millones, cuando el funcionario le preguntó por su estatus, se ofreció hasta de refugiado pero con el nombre de Narciso Aguilar Orondo, - Me siento orgulloso, pue - Una vez finiquitado el asunto procedió a mezclarse con los involucrados, sin hablar demasiado para evitar ser detectado. Tres meses pasaron, y una tarde, después de un buen baño, se disponía “Narciso” a entrarle a la sopa, cuando un fuerte toque a la puerta de su casa hizo que del susto se quemara la lengua, era un policía, preguntando por Carlos Mercado Orondo, éste simplemente arrugó la cara, más de lo que la tenía por la quemada y en un tono muy triste, dijo lamentar la muerte de dicho señor, que había muerto de una rara enfermedad, entonces el policía llamó a la dos personas que lo acompañaban, dando la noticia a uno de ellos y éste a la vez le tradujera al tercero, lo del deceso. Carlos no aguantó la curiosidad e hizo la pregunta de rigor, a lo que el traductor le contestó: - “ Es que, él es un abogado de New Jersey y traemos un testamento, que Joaquín Orondo otorga con total poder a Carlos Mercado Orondo por ser su único primo y familiar, le hereda a su favor una pequeña hacienda, un yate y un millón de dólares, pero de no encontrar a dicho señor, el gobierno se encargará de la administración y reparto de los bienes en favor de los veteranos de guerra. Carlos, perdón, Narciso solo atinó a rascarse la cabeza.
“Jodido que embarcada me pegué”-
Y sin palabras, se fue a la cama el finado.














Nota del Autor:
Esta es una historia real, sacada de alguna mentira, cualquier similitud con algún suceso, sería pura casualidad



GLOSARIO


Soldar la cadena: refiérase a unir de cualquier manera la relación con don Toribio.
Sin vela en el entierro: no tenían relación con don Toribio
Cruzar el charco: viajar a Europa cruzar el mar Atlántico.
Tucán: Billete de ¢ 5000 colones, moneda de Costa Rica.
No perdió patada: se refiere al parecido con un familiar.
Jaretazo: refiérase a la relación de una persona de bajos recursos con
alguien de mucho dinero.
Haber rajado lo suficiente: hacer alarde.
Yeguada: hacer una estupidez.
Que ahuevado: que aburrido, que decepción
Háganse los chanchos: dejar pasar un asunto
Échese y no haga polvo: quedarse quieto.
La harina: se refiere al dinero.
BMW: marca de un automóvil europeo.
Hacer mesa gallega: Ejm: Ganar la lotería y casarse con la más bonita.
La sacó del estadio: Acontecimiento exagerado.
Espais ger: Hace referencia al ex grupo musical inglés Spice Girls