RECONOCIMIENTOS (I. Soneto: NO A LA GUERRA).
En mi caminar he conocido personas, en particular poetas, que me han entregado el regalo de la amistad y no solamente ese preciado vínculo, sino también las huellas que han dejado en mi espíritu por sus numerosas virtudes, las cuales siempre serán un estímulo para mi alma creadora. A todos ellos quisiera escribirles un reconocimiento, el que se lo debo dar en vida y a través de un poema, lo que seguramente iré haciendo con el tiempo. Por ahora traigo a esta página, desde mis archivos, tres sonetos que me inspirararon hace algunos años tres queridos amigos, el primero por la consecuencia de su actuar por la paz mundial, el segundo por las enseñanzas que me entregó como maestro en la poesía y que sigue y seguirá entregándome con su gran generosidad y, el tercero por la gran inspiración que ha tenido al formular el proyecto “Semillas de juventud”, el cual forma y formará futuros poetas que estarán presentes en el mundo para acariciar la paz, la fraternidad, la igualdad, la justicia social, entre muchas otras virtudes, presencia que tendrán a través de sus palabras poéticas (aunque suene a utopía).
Dejo aquí el primero:
NO A LA GUERRA.
A Héctor Corredor Cuervo, ex militar y poeta colombiano.
Coronel, Ud tiene quien lo escuche,
su palabra resuena en el mundo
es un signo de paz que es muy fecundo
la hace suya el caribe y el “mapuche”.
A la guerra es Usted como un gran nuche
con su voz como espina, en un segundo
le contiene su mano engañamundo
y atrofiando su poder la hace un suche.
Consecuencia es su norte y buen acervo,
enemigo del hombre que es proterbo
y servil a potencia muy mafiosa.
De Colombia proviene su gran verbo,
el tener un Héctor Corredor Cuervo
Bogotá se tendrá por orgullosa.
© Lionel Henríquez Barrientos (Mayo 2016). |