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El misterio de la momia de Nefertiti
Egiptólogos del mundo entero llevan décadas buscando la momia de la reina Nefertiti, esposa del faraón Akenaton, nacida en el año 1370 a.C, no encontrándo hasta el momento una explicación de cómo tratándose de un personaje de ese calibre del que existen muchas representaciones tanto en esculturas como en grabados y bajo relieves y dada su importancia, se resiste tanto a aparecer aunque en varias ocasiones se ha dado por seguro que alguno de los hallazgos pertenecían a ella, siempre al final son descartados por falsos y el misterio continua.
Pero gracias a un increíble golpe de fortuna hemos podido saber la razón del misterio que como en tantas otras ocasiones ha ocurrido en la historia se trata de un rocambolesco hecho que hace bueno el dicho de que la realidad supera muchas veces a la ficción, la verdad de lo sucedido nos ha llegado por boca del Dr. Abubakar Bastet Keket un famoso investigador egipcio especializado en el estudio de las dinastías faraónicas XVII y XVIII, que basándose en un análisis muy escrupuloso de los sucesos acaecidos en esos años, aventura la siguiente hipótesis, que tiene muchos visos de ser real.
Nefertiti, además de bella como atestiguan las imágenes que nos han llegado, era una mujer extremadamente brillante, imaginativa y sobre todo ambiciosa, que durante toda su vida ansiaba con ser, no la esposa del faraón, sino el faraón mismo, pero su deseo chocaba con dos impedimentos imposibles de superar, el primero que su esposo era el faraón y el segundo, que aunque así no hubiera sido, la tradición marcaba que el faraón siempre tenía que ser un hombre, con lo que su pretensión aunque siempre subyacente era imposible de materializarse, hasta que en un determinado momento apareció un rayo de luz que le permitió alentar la esperanza de ser faraón, no faraona.
En el año 1336 a.C, su marido Akenaton enfermo gravemente, anunciándole los médicos que le quedaban poco tiempo de vida y que si no mejoraba en los próximos seis meses, se verían obligado a hacerle la trepanación, que como se sabe era la última medida que se aplicaba a los faraones para que el mal abandonara el cuerpo a través del orificio que se les practicaba en el cráneo y que aunque nunca funcionaba ellos seguían empeñados en pensar que era una buena terapia y que era imprescindible realizarse como última medida.
Nefertiti, que ya andaba entonces por los cuarenta y tantos años y que como hemos dicho no tenía ni un pelo de tonta, pensó “A mi esposo le ha llegado la hora, porque en cuanto le cojan los médicos y le agujereen la cabeza, de ahí no pasa, así que me quedo viuda seguro y estoy en lo mejor de mi vida, como mujer y claro como futuro faraón, tengo que aprovechar el momento, una ocasión así no me la puedo perder, la primera de las dificultades va a desaparecer y solo queda la segunda, que si, es un problema, pero haber que se me ocurre”
Y se la ocurrió, así que a la semana siguiente y sin dar ninguna pista desapareció, pero desapareció del todo, del palacio, de la corte y de todos lados, de forma que a partir de principios del año 1336 a.C, es como si se hubiera esfumado, no existiendo ninguna referencia ni en papiros, ni en grabados, ni en ningún documento de adonde se fue Nefertiti y porque nunca volvió a aparecer.
Y aquí llega lo bueno, Nefertiti no se fue, se escondió preparando su jugada, así que el mismo día de su desaparición y de incognito, contacto con los embalsamadores de la corte, a los que compro con un buen montón de monedas de oro, para que en secreto le hicieran un arreglito corporal y no precisamente estético.
Porque Nefertiti había decidido y así lo hizo, someterse a una operación quirúrgica de cambio de sexo, la primera que se conoce en la historia de la humanidad y para que la cosa se mantuviera oculta solo se la ocurrió recurrir a aquel colectivo de sacerdotes carroñeros encargados de las momificaciones, que aunque fueran todos unos ineptos y la cosa no estuviera carente de riesgo, pensó que eran los únicos que estaban, sino experimentados, si acostumbrados a recortar pieles, vaciar cuerpos, sacar vísceras y rellenar huecos, así que era la única opción que le quedaba para conseguir la transformación que pretendía.
Y lo hicieron, le rebanaron un par de cosas por arriba, le cosieron los huecos que les quedaron como pudieron y con lo sobrante hicieron un tubito que le pegaron por abajo, nada fino por supuesto pero que más o menos valía y aunque a Nefertiti le pareció que era un verdadera chapuza, pensó que daría el pego, así que se retiro a la espera del momento adecuado, no antes de mandar acuchillar a todos los que habían intervenido en el evento, por si las moscas se les ocurría comentarlo.
Y unos meses después e inmediatamente del fallecimiento de su esposo, Nefertiti salió de su escondite por la buenas ya como hombre, incorporándose a la vida pública y reclamando el titulo de faraón, con el nombre de Sememejkara y aunque hubo alguna que otra reclamación, argumento que era la voluntad del fallecido y que había sido señalada por él y bendecida por el dios sol Aton para sustituirle y la cosa coló, empezando a ejercer de inmediato como faraón sin ninguna oposición de la corte, que solo comentaba en algunos corrillos que el nuevo faraón era muy menudo, que era muy guapo, que tenía unos ojos muy bonitos y una cara muy fina.
Y aunque su gozo le duro solo unos pocos años y fue substituida por Tutankamon, Nefertiti consiguió cumplir su sueño antes de que le llegara la muerte acaecida en el 1330 a.C. depositándose su masculina momia a saber dónde.
Y de ahí vienen los continuos fiascos de los investigadores que siguen buscando y buscando en las tumbas del Valle del los Reyes la momia de una mujer, cuando más les valdría buscar y analizar momias masculinas y ver si encuentran alguna no muy grande con algún cosa apergaminada y mal cosida en la entrepierna.
Fernando Mateo
Mayo 2016

Texto agregado el 07-05-2016, y leído por 177 visitantes. (7 votos)


Lectores Opinan
08-05-2016 Me gusta muchísimo el estilo del autor, siempre narra algo historio de un modo agradable, que se deja leer fácilmente, y sobre todo, entretenido. Me fascinó este texto, felicitaciones. 5* dfabro
08-05-2016 Jajajaaa...una narración que permanentemente deja una sonrisa. Pero qué ocurrencias las tuyas! Me encantó e hizo pasar un buen rato, se agradece. Un beso y mis estrellas. MujerDiosa
07-05-2016 Quizás no quiera que la encuentren...***** grilo
07-05-2016 Entretenida historia, con una sorpendente hipótesis. Narrada con fluidez y que a pesar del tema, algo oscuro, se deja leer con facilidad. 5* BarImperio
07-05-2016 vaya vaya, con la nefertitis yosoyasi
 
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