No era conveniencia, mucho menos amor… Era una dichosa obsesión con observarte de lejos y usarte de modelo para mis libros que de seguro absurdos has de llamar. Sabía que esto no duraría para siempre porque tarde o temprano te cambiaría sin piedad.
El agua se ha colado lentamente y, ha invadido el espacio entre la tela de mi ropa y mi cuerpo, el frío ha calado mis huesos, quería simplemente soñar con esa quimera a altas horas de la noche, me sumerjo y mi piel tersa tiembla. La luz de la luna solo admira las cristalinas lágrimas que se mezcla con el de la piscina, no lloro por mi modelo sino por la historia plasmada en aquellas hojas en blanco, suspiro resignada mientras recargo mi cabeza en los azulejos y el concreto que bordea los muros de la posa.
Recargo mis brazos y los cruzo sobre mi pecho, levanto la cabeza mirando el paisaje nocturno en su auge, algunas ventanas me demuestran que aún hay personas despiertas, me comienza a doler la cabeza de tanto pensar. Es tan gélida el agua que quema mi piel, me estremezco y las punzadas incrementan.
>> ¿Cuál es el misterio que esconden tus orbes marrón?
>>Corro sin encontrar salida, estoy desesperada.
>>Mis deseos me acorralan, estoy perdida.
>>El silencio me aprisiona en contra de mi voluntad.
Bruscamente convulsiono y caigo en el suelo, ¿Qué ha pasado?, en una hilera de pensamientos sin sentido abrazo mi cuerpo, el viento acaricia mi piel descubierta, es una sensación desagradable, me levanto rápidamente con los zapatos en mano y descalza, corro y subo las escaleras con prisa a morir. Abro la puerta del departamento y al cerrarla en plena oscuridad me apoyo tras ella.
>>Voy a retorcer tus pensamientos hasta que ya no te quede nada.
>>Arrinconaré tu voluntad y se te será incapaz pronunciar palabra alguna.
>>Me desharé de esa seguridad con la que hablas muy seguido.
El agua sigue goteando y empapando poco la cerámica beige, me siento y abrazo mis rodillas, dejo caer en el acto aquellos zapatos bien lustrados de color negro, chocan con la placa de agua que se ha formado en la losa.
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