"Alex era una persona normal de 24 años, sin embargo hace tres años sus padres murieron dejandolo a cargo de su pequeña hermana, lamentablemente su hermana murio en un accidente hace unas semanas.
Ambos iban en un camion de regreso de la escuela de su hermana y una camioneta choco contra este volcandolo varios metros.
Desde entonces alex cayo en una profunda depresión, ya no le interesaba terminar su carrera aun cuando solo le faltaran unos meses, ni su trabajo en el cual era muy bueno...
pero alex tendra un encuentro que probara su voluntad y su fe en algo que va mas alla de lo desconocido."
Descansando en su cama, sin ninguna fuerza ni motivación para levantarse se encontraba alex, sabiendo que este era la segunda semana que faltaba a clases y a su trabajo...
ya no le importaba si lo despedían, ya no le importaba nada...
dia a dia se atormentaba pensando que no pudo salvar a su hermana, echándose la culpa de que ella muriera, y arrepintiéndose de que el no murió.
y ahi en el fondo de su depresion, en su cuarto sin un rastro de luz ni de esperanza... apareció una silueta de un hombre alto, con un traje y una capa, moviendo de un lado a otro su bastón completamente negro con una piedra de un azul tan intenso que iluminaba la habitacion...
-¿Que es este ambiente de desesperación tan delicioso que llego hasta mi?.
dijo el hombre con el baston-
-¿quien eres?
asombrado el tipo del bastón contesto - soy Iru un comerciante diría yo ¿pero por que no te has sorprendido de mi llegada? soy un demonio, tu reacción debería ser algo mas adecuado a la situación... como un grito, o al menos una exclamación.
Cielos, me siento insultado al ser recibido de esta manera.-
-hace tiempo que no como, apenas tengo fuerza para hablar...
has venido a llevarme al infierno?
...no sabes que tan agradecido estoy...-
-Eso depende, como ya te lo dije soy un comerciante, ofrezco cosas a cambio de otras...
tu desesperación me trajo aquí, así que....
¿En que puedo servirte?.
-Supongo que estaría bien con escapar de esta miseria...
-de pronto alex corto sus palabras, y un pequeño brillo en sus ojos se pudo apreciar.
-¿puedes traer a alguien de regreso a la vida? - pregunto alex, con un poco de esperanza y el poco aliento que tenia.
-No...
-Aquel brillo en los ojos de alex desapareció, y poco a poco su respiración se volvía mas lenta, ya no le quedaba nada en este mundo que valiera la pena, es lo que pensaba, mientras cerraba los ojos y dejaba que la oscuridad y la desesperación, se adueñaran de el.
-No puedo traer de regreso a la vida a nadie...pero puedo llevarte a un lugar donde ella nunca murió...
-con todo el esfuerzo que le quedaba, Alex abrió los ojos, trataba de articular una palabra pero ya no le quedaban fuerzas suficientes.
-Ok, como te lo dije soy un comerciante, y no me servirás de nada si mueres, así que te lo explicare rápidamente, yo lo que quiero es la desesperación de las personas, no me preguntes para que, simplemente la necesito y eso es justo lo que pido a cambio.
Te preguntaras ¿Basta con mi desesperación?.
La respuesta es no, asi que la pregunta que te hare es sencilla: ¿Estas dispuesto a sumir el mundo entero en la mas profunda desesperación, por vivir en un mundo en el que tu hermana nunca murió?
-Mientras escuchaba esas palabras Alex podia notar un brillo carmesí en los ojos de aquel auto proclamado "demonio", con toda la energia que le quedaba empezaba a tomar el aliento para dar una respuesta, mientras en su mente miles de pensamientos lo atormentaban, sobre la muerte de su hermana, el dolor que había sentido, la perdida de sus padres, para el era mucho mas fácil rendirse y dejarse morir, de echo tal vez el ya se había rendido, pensaba la falta de alimento le había provocado estas "alucinaciones", pero también cabía la posibilidad de que el ya estuviera muerto.
"aun sigo sintiendo dolor, aun no estoy muerto" pensó Alex cuando termino de juntar aliento para dar una respuesta.
-Si. |