Cuando nació el hijo de María, vino con un regalo en las manos... Tenía una perla, brillante y muy pequeña... Los médicos asombrados no dijeron nada a la madre hasta que recobró la conciencia... Ella pidió la perla y la miró atentamente mientras su hijo recién nacido lactaba de sus pechos... Y se dijo que aquella perla sería un mensaje de que su hijo sería algo especial en la vida... Mandó hacer un dije a la perla y luego la puso en su pecho... Luego tuvo muchos sueños... En ellos, su hijo era un cazador, un almirante, un héroe de guerra, un presidente... Una vez hubo despertado, supo que los sueños serían su luz el resto de sus días...
Vio como su hijo crecía... De ojos negros y cabellos negros... Pequeño y delgado, quizá un aire triste en rodeaba en su andar... Solitario crecía... No tenía amigos ni amigas... Gustaba mirar la noche, las estrellas... El verdor de los campos y el sonar de las olas del mar... Y cuando veía animales, gustaba acercarse y hablarles, como quien habla en secreto... Los animales eran sus amigos, así como la noche y los campos y la mar...Pero su padre deseaba juntarlo, verle normal, con amigos y amigas... Un hombre de a veras, pero nada... Una tarde, el padre lo llevó a una casa de citas, pero, fue inútil... Vio como las mujeres le tiraban, hasta tocar sus partes, pero el muchacho no reaccionaba, mas bien, buscaba salir... El padre se rindió y lo mandó al servicio militar para hacerlo hombre... Fue victima de todos los muchachos que abusaron de su alma tranquila, aun así, no protestaba... Jamás le vieron sonreír ni llorar... La madre seguía soñando en el futuro de su hijo, hasta el último día de su vida... Ya en su lecho, llamó a su único hijo y le dijo que muy pronto ella se iría y quedaría muy solo... Cogió la perla de su pecho y se lo entregó a su hijo... Luego, murió... Todos lloraron menos él... Vio como su padre se derrumbaba, lloraba... No hizo lo mismo... Cogió sus cosas y se fue de la casa para siempre... Y mientras viajaba tuvo sueños... Y en cada uno de ellos, su madre le hablaba... Despertó... Miró la perla y supo que la vida era algo mas que un sueño... Era un hermoso tiempo donde se puede soñar y forjar este mundo por cada uno de sus sueños... Miró al primer hombre que encontró y le regaló la perla... Luego, notó que cada punto del universo brillaba como si fueran dioses, estrellas, brillando infinitamente... Sonrió y siguió caminando por un mundo que le parecía el paraíso... |