Triste es tener la cabeza
llena de gusanos y dejarlos
que se alimenten libremente,
incendiar los arbustos
con sus flores estallando,
crearse el caos en el plano de la serenidad

Triste es atrincherarse en la seguridad,
conformarse en el confort,
simplemente conformarse,
asesinar a las estrellas
una a una con la mirada,
y creer que esos son los ojos
que reciben al amor,
que brindan y dan amor

Triste es entristecerse
de la propia tristeza
echar a patadas la derrota y el fracaso,
creyendo así que el fondo del barro nunca enseña,
cuando en realidad obsequia,
y obsequia tanto

Al final triste es dañar el corazón
ya de por si dañado por la razón
y fingir la risa y emular el llanto,
esquivar la blanca luz de la luna
temiéndole a sus dagas y desgarros
triste, triste será darse cuenta
de esto por completo
y no mover un dedo por cambiarlo