E n medio de una desoladora epidemia
L a alegría y diversión aún pueden caber.

D iez jóvenes nobles de Florencia,
E scapando de la terrible peste,
C uentan, en una alejada y linda villa,
A nimosas, increíbles y traviesas historias;
M ezcladas con lecciones de moral,
E speranza y gran respeto a lo divino,
R elatadas a través de diez días.
O lvidaron así la desdicha y fueron,
N uevamente felices por un corto lapso.

(Dedicado con cariño al pueblo hermano de Ecuador, a quienes, al igual que en el Decamerón, intentaré aliviar del dolor a través de las letras)