Consorte se designa a la esposa con suerte por haber degustado las mieles del voto no abjurado de todo aquel que en salud rebosa. Pero ¿y yo que no he participado del tálamo sobre el que reposa todo ardor del cuerpo acalorado? Puro en hielo el fuego se ha extinguido, y en témpanos no halla primavera, que sólo flores ha que tejiera en un lecho intacto y no mullido. Guirnaldas cuelgan de este nido del que otro aroma no se extrajera que azar en su esencia indefinido.
Texto agregado el 27-04-2016, y leído por 58 visitantes. (1 voto)