Es una verdadera bendición poder contemplar la ballena jorobada en la Reserva Científica Santuario de Mamíferos Marinos de Bancos de la Plata y Navidad en la bahía de Samaná. Dios nos bendijo con el paisaje de la península de Samaná, sus playas, aguas cristalinas y su gente tan amable y hospitalaria. La combinación de montañas, arroyos, playa y sol hace de Samaná un lugar sin igual.El sonido de las cascadas, de las olas, de las aves y de los mamíferos marinos son sin duda parte de una sinfónica celestial que no cesa de tocar. Los múltiples colores de la naturaleza en Samaná, hace sospechar que Picasso aprendió en el mas alla. Coco de agua con su tierna masa; la guanabana dulce y lechosa; los mariscos y el mofongo son parte de un menú super sabroso. Cuando llegues a República Dominicana no dejes de visitar a Samaná un anticipo del paraíso.