TAMBIÉN TÚ ERES NOSOTROS



Con tus rebuscadas formas y tu técnica perfecta,

colmada de añejas métricas, escamuflas la vida misma.

Cansa tu lenguaje poéticorrecto.

Tu hablar sin errores, tu palabra justa, tu abismal cuadratura.



Me rebelo contra tus rigurosas leyes de matemáfria

y contra tus pseudorealisueñas palabras anacrónicas.



En la mierda hundo tu ortobizantibio lenguaje;

que perezcan hasta agotar sus últimas heces

tus nalgias trémulas;

tus golondrinas envejecidas; tu capitán podrido;

que se ahogue en sus impurezas tu Margarita cazastros;

y se desgranen congelados los azulosos pierniños.



Alejada cada vez más te encontramos.

Sólo osados reñibatos de vez en cuando desencadenan tu magia

y te despojan de tu traje de concubina burguesa.



Semidesnuda, entonces, te apareces, risueñante

y por primera vez nos sorprende tu belleza negada,

tu esquiva manjaresencia.



Te llevamos

a nuestra almohada marginal

y te imaginamos jadeando

en bacanales de poemas prohibidos.



Y un fugaz reflejo creemos que nos resuellama.

Y nos extasiamos de un sabor inefable quienes de este lado te ansían.



No pedimos un regreso tuyo,

porque nunca te hemos visto por estos rincones desampareados;

queremos que nos muestres tus piedras, las primeras:

la vergüenza de tus ripios, tus visceraletras.

Queremos que vomites poéticos salibacteriazos;

que liberes tus más fétidas poefragancias

y que destripes tu voz más obscenangre;

queremos que te emborraches con palabras nuestras;

que niegues esa ambrosía de meretriz divina que se te ha impregnado

y enseñes tus descarnados huesos y tu orina olortierra.



¡También nos perteneces!

y queremos saciarnos de tu esclavasencia

hasta perder nuestros vanosentidos.



Abre para nosotros tus piernastrofas, poesía,

y déjate violar

por este montón de espantropajos.



Recuerda que tú también eres nosotros

y licénciate un abrazo con nuestra propia célulamadre.