La cobardía me alejó de ti
tan simple como eso,
la cobardía fabricó un
muro invisible entre mis pensamientos...
¡ tú no sabes cuánto te maldigo ahora!,
cobardía te odio, pero no tanto como a mí.
Mis ojos nunca fueron capaces de encontrar los tuyos
y de mis labios salió de vez en cuando un tímido saludo
con el tiempo me di cuenta que era un miedo infundado
, pero ya era tarde y hasta el día de hoy no me lo
puedo perdonar.
Nunca podré saber a que sabía un beso tuyo,
mis manos frías no sintieron tu calor
y aunque la vida sigue su curso natural
siempre me hago la misma pregunta
¿habrás sentido lo mismo por mí?
Texto agregado el 25-04-2016, y leído por 163
visitantes. (3 votos)