Nacer, nutrirse de gran curiosidad,
asombrarse por las cosas tan bellas,
aprender cada día cosas nuevas,
bañarse con agua de la amistad.

Enjuagarse con burbujas de amor,
hasta que estas llegan a romperse,
y las intenciones llegan a verse,
y descubrir que el agua fue fango.

Que la curiosidad ya fue saciada
con respuestas muy poco esperadas,
que la vida te baña con pedradas.

Piedras que dejan el alma hinchada,
querer optar por una retirada,
hasta que sientes agua en la cara.