Como un viento íntegro que arrasa con todo
mi alma fue expulsada del cuerpo.
Vaga en la neblina de una costa
sin sospechar quizás que un marinero la otea desde su barco.
Anclará su nave por salvarme
no me resisto a sus brazos.
Mojados los dos bajo una luna de abril,
tembló mi cuerpo en el frío del océano.
Tu cara nueva como vela esforzándose
contra mi vendaval de incógnitas.
Al fin reposamos en la borda de algún sitio seguro,
la noche envolvió nuestros cuerpos mojados
y un fulgor de esperanza injertaste en mí.
(Hoy un marinero me salvó)
Texto agregado el 16-04-2016, y leído por 228
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Lectores Opinan
17-04-2016
¡Bravo por tus letras y por ese Marinero! Brillante, sin duda. Un abrazo eterno, Chilita amada. SOFIAMA