Issam había recibido de su abuelo Nasif (El mago) el don de la resurrección.
Desde su tierna infancia el anciano le había contado de su gracia , aunque a pesar de ello el niño había sido (como el lector comprenderá) reacio a comprobarla.
Murió por primera vez, a la edad de 27 años a causa de la picadura de un escorpión negro y despertó a la mañana siguiente con una resaca severa.
Despúes de ese episodio Issam tuvo una provechosa vida.
Su audacia fue legendaria y sus historias se narraban por las noches en los círculos alrededor de las fogatas.
Fué encantador de serpientes, catador de las comidas del sultán y eximio jugador de ruleta rusa.
Conoció mas tarde a la bella Sanobar, una joven recolectora de dátiles de la cual se enamoró perdidamente.
Pero Sanobar que era el amor, también era la muerte y en venganza al poco tiempo lo olvidó.
Los granos de arena siguieron volando sobre el eterno desierto mientras las gentes envejecieron y murieron.
Todos menos Issam quien por obra de la magia ( o del amor) permanece en este mundo, condenado a una diaria e infinita sucesión, de suicidios y retornos.
Texto agregado el 15-04-2016, y leído por 239
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Lectores Opinan
21-09-2018
¿Por qué me perdí este relato corto?
¿Dónde estaba?
¿Contando granos de arena? abulorio