Y no es un pretexto tu nombre.
Ni una razón para hacer una poesía.
Mi vida cada día se envuelve en alegría.
O en triste melancolía…
De sueños nostálgicos o en cantos bohemios.
Mi copa gota a gota se va llenando.
Y sorbo a sorbo se va vaciando.
Porque tu nombre no es un pretexto.
Pero si una maravillosa compañía.
Texto agregado el 14-04-2016, y leído por 98
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