COLORES
Cuando seleccionamos un tema literario para desarrollarlo analizamos todas sus aristas, matices, tonos, implicaciones y contextos. Partiendo de esta idea hoy hablaré sobre el color y lo que ello implica a partir de esta premisa: el universo y la vida humana son como una enorme gama de tonos y colores, y por tanto de opciones y de probabilidades. ¿Por qué esta aseveración? Sencillamente porque el color nos rodea, induce, seduce, inspira y nos determina tanto en la vida cotidiana o como un recurso indispensable para cualquier escritor o poeta aún para quienes están en el intento de serlo.
Tiene tal importancia el color a pesar de ser solo una abstracción, una apreciación subjetiva nuestra definida en la Teoría del color como una sensación que se produce en respuesta a la estimulación del ojo y de sus mecanismos nerviosos por la energía luminosa de ciertas longitudes de onda. El color es experiencia mental procesada en el ojo humano, una vivencia personal y subjetiva resultado de las diferencias de percepciones del ojo a distintas longitudes de onda que componen lo que se denomina el "espectro" de luz blanca reflejada en una hoja de papel.
Pero, ¿cómo es ese proceso que nos permite reconocer un color determinado de un objeto? Ocurre cuando percibimos en la superficie de ese objeto reflejada una parte del espectro de luz blanca quien recibe y absorbe las demás. La luz blanca está formada por tres colores básicos: rojo intenso, verde y azul violeta. En el caso de objeto de color rojo, éste absorbe el verde y el azul, y refleja el resto de la luz interpretado por nuestra retina como color rojo. Este fenómeno fue descubierto en 1666 por Isaac Newton, quien observó cuando un haz de luz blanca traspasaba un prisma de cristal, dicho haz se fragmentaba en un espectro de colores idéntico al del arco iris: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta.
Y ¿Será buena esta ocurrencia de escribir sobre el color y de los colores? Ha de ser porque de ellos está llena nuestra vida, nuestros recuerdos, nuestros sueños. Los humanos, a diferencia de muchos animales, vemos la vida en colores, vemos las diferencias entre ellos y es una suerte, es una suerte maravillosa poder ver el azul del cielo y del mar. El verde de la selva, lo policromo de la primavera, el amarillo del sol cuando se le representa. Acaso no se habla del color de la pasión, del color del amor, del color de la noche, etc.
Tal vez escribo sobre este tema influenciado por reminiscencias de una de aquellas primeras lecturas donde se enlazan tres colores en el ingenio de los hermanos Grimm para darle vida a uno de los cuentos infantiles más famosos: “Era un crudo día de invierno, y los copos de nieve caían del cielo como blancas plumas. La reina cosía junto a una ventana, cuyo marco era de ébano. Y como mientras cosía miraba caer los copos, con la aguja se pinchó un dedo, y tres gotas de sangre fueron a caer sobre la nieve. El rojo de la sangre se destacaba bellamente sobre el fondo blanco, y ella pensó: ¡Ah, si pudiere tener una hija que fuere blanca como la nieve, roja como la sangre y negra como el ébano de esta ventana! No mucho tiempo después le nació una niña que era blanca como la nieve, sonrosada como la sangre y de cabello negro como la madera de ébano; y por eso le pusieron por nombre Blancanieves."
Me mueve acaso para reflexionar sobre este tema conocer de la importancia de los colores en las estrategias de publicidad y mercadotecnia de las grandes empresas, en donde saber usar los colores les permite vender más. Porque en el mundo empresarial quien compite sin estar al tanto de los últimos descubrimientos sobre los colores y las motivación de compra que producen puede perder ventas. Si eres mal competidor quizá sea porque tus envases y propagandas no atraen con sus colores. Conviene saber cuál es el color conveniente en cada caso y segmento de mercado en particular.
Sea como fuere, los colores como tema per se tiene su importancia, no solo para la empresas o para quienes escriben bien, mal o regular. Si no fuera así ¿Cómo saber si el grano almacenado está por podrirse? Por el color. Igual el color ayuda a saber cuándo es tiempo de cosecha. ¿Cómo saber si el maíz está bien cocido? Por el color. ¿Cómo saber si el templado del acero está pronto? Por el color. También por el color sabemos si un ladrillo es fuerte o no lo es.
El uso tan común del color obliga a llegar a creer saberlo todo de él y nos induce a privarnos de lo necesario por saber. Con el color se forman paradigmas y estereotipos, acaso han visto un diablo verde, azul o de color café. ¿O han sabido de un ángel rojo, color violeta o amarillo? Casi siempre el color y el objeto constituyen un estereotipo, por más que el célebre poeta haya escrito aquel poema lastimero: “Pintor nacido en mi tierra, / con el pincel extranjero, / pintor que sigues el rumbo de tantos pintores viejos, / aunque la Virgen sea blanca, píntame angelitos negros…”
Así es, los pensamientos se vuelven poesía cuando los vestimos de colores. Todo es poesía cuando se aprende a leer más que a mirar; cuando se lee con los ojos abiertos y se escribe con la mente encendida. La poesía se lee de colores, así, la de Rubén Darío es azul, roja es la de Tomás Segovia y verde la de Alfonso Reyes. Los escritores, los verdaderos escritores han creado paradigmas basados en los colores, acaso podemos imaginar las mariposas amarillas de Mauricio Babilonia de otro color. O le cambiaríamos la tonalidad blanca a la ballena Moby-Dick de Herman Melvi.
Bueno, es tal la importancia de los colores en la vida del ser humano que hasta en sus alimentos usa colorantes, la carne se colorea para lucirla más jugosa, pues es una verdad: el alimento coloreado artificialmente se vende más y mejor. No hay duda, el color artificialmente agregado ya está en casi toda nuestra comida.
Finalmente, para no pintar de gris su ánimo lector mencionaré sólo para abonar en esta idea de revestir de suma importancia el color o los colores en casi todos los ámbitos del quehacer humano, que estos también se utilizan a través de la literatura como vehículo de enseñanza, aquí sólo un ejemplo:
Pequeño azul vive con mamá azul y con papá azul y tiene muchos amigos de otros colores. Pero su mejor amigo es pequeño amarillo quien vive con mamá amarilla y papá amarillo. Un día pequeño azul queda solo, se aburre y va a buscar a pequeño amarillo pero no lo encuentra por ninguna parte. Cuando pequeño amarillo aparece por fin, pequeño azul se funde con él en un abrazo muy fuerte, entonces ambos se vuelven verdes. Pero claro, al regresar a casa los papás azules y los papás amarillos no reconocen a sus retoños y ambos pequeños comienzan a llorar y a llorar lágrimas azules y amarillas hasta que ambos recuperan sus colores originales. De esta forma, los adultos del país de los colores descubren la diversidad como algo más bello y más colorido cuando los prejuicios no nos obligan a estrechar relaciones solamente con quienes son iguales a nosotros y, desde entonces, los abrazos entre colores se convirtieron en una práctica común y beneficiosa para aquella comunidad.
La investigación del color no ha terminado. Aunque haya quienes así lo piensen, no es el fin de la historia de todo lo que se puede saber sobre el color, las investigaciones sobre el tema continuarán, sin embargo sin prejuicios, ni alharacas al día de hoy puedo afirmar de la importancia de esto. José Martí, el gran poeta cubano, afirmó: "El mucho color es malo, pero no se puede escribir sin color". Es cierto y lo suscribo.
|