de todas las personas que encontré en mi vida, tan solo una fue aquella que cambió mi vida para siempre y para bien...
le conocí a lo lejos... jamás hemos hablado de cerca, tan solo a la distancia y con mil formatos de acercamiento... tan solo utilicé unos cuantos para darme cuenta de que jamás estaría cerca de su presencia... pero en verdad me cambió la vida para bien...
de todo cuanto le escuché o leí, me quedan unas cuantas palabras, perfumadas por la pasión y el amor en ellas... en verdad, el poder de la palabra con amor, o que tenga raíces en el corazón, llegan al alma...
han pasado tantos años... ahora soy un anciano de ochenta años... tuve una que otra aventura... y siempre con temor... pues, dentro de mí, sentía que había nacido para algo especial... y fue verdad... nací para conocer mi ser... y aunque aun no le conozco, siento que me acerco lento y seguro...
no hay nada de especial en ello... vives como cualquiera o pocos, y aunque estés lleno de deudas o riquezas, no importa mas que una sola cosa... el sentimiento de plenitud y simpleza...
he aprendido a no rodearme de gente pesada y sin alma... he aprendido a no mentirme... he aprendido a amar sin egoísmo... y he encontrado en mi soledad, una profundidad infinita y silenciosa... pueda que no caiga aún, pero, aunque depende de mí, es cuestión de humildad y entrega...
mi relación con aquella persona, por estos tiempos, es especial... le escucho y siento que soy yo quien habla... le miro y siento que es mi propia mirada... quizá me haya identificado, pero mas bien, siento que estamos juntos en este camino de realización... pueda que en una de esas, alguien entre a mi cuarto, y sea él mismo quien llegue y me mire a los ojos, y sienta que soy yo mismo quien me mira a través de mis ojos... quizá en este instante sea él quien escribe estas letras mientras siento que una especie de aire entra por mis pulmones y los llena de armonía y paz... uno de esos sentimientos que le siento tan lejano como cuando lactaba los senos de mi madre... y no lo sabía... |