Que callado se encuentra el mundo cuando madrugo
con sus sombras estáticas e inmutables
un hermoso silencio con aires de triunfo
un valle sin seres que se acerca a la paz

si tan solo se frenara el día de esta forma
dejando atrás el sonido de motores y las voces
el cansancio de vivir ya como hombre
la tristeza de no haber nacido árbol o rosal

Pronto comenzara el murmullo
la autómata jornada,
la peste, el carnaval
el maquiavélico engranaje
la vida de los que pueden aceptar
el eterno llanto de un modelo a contraste
que se contradice, que se asfixia
que solo sabe competir

y yo expectante en mi mundo
en el estomago un nudo
de tedio y asco terminal
minuto a minuto disfruto
el crujido de las ramas contra el viento
los pequeños gorriones bendiciendo al sol
los primeros sonidos de otra vida
que muy pocos aun pueden escuchar.