Para decir la verdad y emitir un juicio “sin-cero” (del 1 al 9) he de confesaros que odio el footbaal, no lo puedo soportar, me aburre y no lo entiendo, pues bien, una vez dicho esto, no sé cómo, pero me dejé convencer para asistir a un partido, tal vez porque mis amigas se pusieron muy pesadas o tal vez porque no tenía otra cosa mejor que hacer…el caso es que sin darme apenas cuenta me encontré sentada en una de esas incomodas y frías gradas en medio de un montón de gente muy interesada en lo que ocurría en el terreno de juego, yo intentaba evadirme pensando en mis cosas hasta que los gritos de ¡!PASALA!! ¡!PASALA!! (acompañado de fuertes calificativos descalificativos) que mi buena educación me impiden reproducir , me hicieron centrarme en lo que estaba ocurriendo, un individuo corría en solitario pateando un balón mientras el resto de jugadores le seguían a pasito lento, la grada enfervorecida gritaba y abucheaba al señor que corría, el cual hacia caso omiso a gritos e insultos hecho que incrementaba la indignación del público, en algún momento temí por la vida de un señor que estaba a mi lado, dada la extrema rojez de su cara y la exagerada cantidad de espumarajos que soltaba por la boca, el bramido de la grada era ensordecedor hasta que…. surgió de entre el público una potente voz ¡!ANIMAL, SUELTA YA LA PELOTA, O ES QUE ACASO ES TUYA?!!, en ese momento como por arte de magia la grada enmudeció “el corredor “ (que debía estar de luto porque iba vestido de riguroso negro) se detuvo, busco algo en el bolsillo trasero de su pantalón y exhibió ante el “respetable” un ticket de compra de una afamada tienda de deportes de la ciudad, en el que constaba ….BALON REGLAMENTARIO DE FOOTBALL…30 EUROS.
Un unánime AHHHHHHHHHH!! Invadió la grada, mientras mis amigas y yo abandonábamos el estadio, no nos quedamos al linchamiento del árbitro (que así se llamaba el señor), teníamos mejores cosas que hacer.