El anochecer nos sorprende charlando animadamente; sentados entre verdes bandejones de una boscosa plazuela. La conversación fluye placentera entre risas y miradas cómplices; Te relato una amena historia, que logra hacerte reir sinceramente.
Quedándonos unos minutos en silencio, disfrutamos observando el constante salto de un grillo muy cerca de nuetros pies. Nos visita aquella grata tranquilidad initándonos a deleitarnos de la mutua compañía.
_ ¿Judith Cecilia?_ Pregunto con un susurro que no percibes. Estoy algo nervioso y mirándote directamente a los ojos entrelazo mis manos con las tuyas; me observas interrogante y quizás algo inquieta, dibujas una sonrisa en tu rostro.
_¿Judith Cecilia?_ Vuelvo a preguntar_ ¿Sabes? Quizás ésta sea la última vez que nos veamos... Y si no trato de besarte en este momento, sé que con el pasar del tiempo me arrepentiré un montón._ Sonrío tratando de ocultar en algo mis nervios, más pareciera que no lo logro a cabalidad.
Sorprendida permaneces en silencio, observándome fijamente. Es como si el tiempo hubiese dejado de transcurrir.
_ ¡Mierda parece que fuí demasiado directo!_ Pienso algo preocupado; viendo pasar inquietamente aquellos tensos minutos que se vuelven una eternidad.
Como si regresara de un lejano sueño estrecha mis manos con fuerza; sonriéndome te acercas obsequiándome el cálido sabor de tus labios.
_ Hay algo que está pasando y que no entiendo; algo nos mantiene unidos. Sé que también lo puedes percibir. Estoy demasiado involucrado contigo, y te quiero un montón._ Tomo tu rostro con ambas manos perdiéndome en los colores de tu mirada.
_¿Qué es esto Judith Cecilia? ¿Estamos cerrando el círculo que dejamos abierto hace casi quince años atrás? ¿O es un nuevo comienzo?. Lo que obviamente no puede ser, pues la distancia es demasiada._ Respondo mi propia pregunta en voz alta. Yo y mi maldita obsesión por buscar respuesta a todo.
Me entristece la lógica y evito que veas el velo de melancolía que cubre mi rostro. Volver a encontrarte para nuevamente perderte.
_ ¿Por qué tenemos que buscar una respuesta a todo lo que nos pasa?_ Respondes sin dejar de mirarme. Me conoces y sabes lo que estaba pensando_ Podríamos dejar que esto fluya de manera natural. ¿No lo crees?_ Me desconcertas con tu respuesta, dejándome anonadado por la versatilidad y simpleza de lo que yo consideraba algo complejo.
_ Yo también me siento muy involucrada y unida a ti. De una manera que tampoco entiendo; pero me encanta. Contigo soy muy feliz; y sé que tú lo eres conmigo_ Me vuelves a sorprender gratamente. Sonríes besándome y abrazándome con fuerzas.
Caminamos tomados de la mano a un mañana desconocido. El destino se encargará de mostrar la mejor ruta a seguir...


Es extraño, esto sucedió hace ya una semana atrás y hay signos inexplicables; ellos se presentan de igual manera a ambos. A pesar de la distancia que nos separa...