Amnesia
Mientras caminaba lentamente en dirección al antiguo colegio donde había estudiado hacia más de 45 años; y veía las calles por las que transito tantas veces, iba pensando como iniciar la conversación que deseaba tener con el rector. Era un viejo establecimiento de curas para niños pobres. Los recuerdos de su adolescencia le vinieron a la mente como un torbellino
-- las canciones que cantaba en silencio durante el trayecto, las fachadas de viejas casas, las veredas de las calles sin pavimento – .Estaba algo inquieto por el tema al cual tenía que referirse, pues no era nada frecuente. Iba decidido a investigar un hecho relacionado con su pasado, específicamente en ese lugar-- era una sugerencia de su terapeuta – debido a que el tratamiento que seguía hace tanto tiempo no daba resultado .
Le había contado que estando en esa escuela le trataban con violencia, los profesores, de los cuales recordaba perfectamente los apellidos, y sus compañeros. Pero había un episodio que no lograba recordar, fue un periodo de amnesia, solo se acordaba hasta el momento en que se había reunido a todos los alumnos del colegio para salir por las calles cantando canciones religiosas en celebración de una fiesta devota y sus compañeros comenzaron a burlarse de el, era tan dramática la escena que no se acordó nunca que fue lo que ocurrió.
Al llegar a la esquina donde debía doblar se puso nervioso y al hacerlo se encontró con la gran entrada que consistía en un añejo portón de madera que se encontraba firme aun. Toco el timbre y un cura alto y delgado le abrió .Le expreso su deseo de hablar con el rector para consultarle un asunto personal y le contó que había estudiado allí hacia muchos años.
Le hizo pasar y lo condujo por el inmenso patio de juegos, el que recordaba con toda claridad, pues fue el lugar en que sus compañeros lo hicieron sufrir tanto, hasta llegar a un pasillo donde de divisabas algunas oficinas .El cura se detuvo ante una de ellas y le dijo que esperara, mientras lo anunciaba. En pocos minutos la puerta se abrió y apareció la figura de un sacerdote de unos 60 años, era bajo de estatura, regordete, de cara algo pálida; lo miro con recelo y le hizo pasar, al tanto que el cura salía .Cuando estuvo sentado frente a el vio que esquivaba la vista, lo noto un poco perturbado, pero se esforzaba por parecer amable.
Le explico el motivo de su visita y el sacerdote se levanto y se acerco a un estante y busco entre sus archivos el año que le había indicado, lo puso sobre el escritorio, pero no lo abrió. Siguieron conversando sobre el asunto y repentinamente le pregunto –se acuerda del apellido de su compañero que mas le molestaba –a lo que respondió – López --, lo vio esquivar la mirada.
Estoy enterado de ese caso –le dijo—fue algo que me impacto sobremanera, es más me hizo cambiar de tal manera que me di cuenta que hay que saber ser tolerante. —Ud. Estaba en la fila, junto a sus compañeros y López comenzó a inducirlos a que le molestaran. Comenzaron varios de ellos a reírse y se burlaban, le hacían muecas, pronunciaban sus apellidos de forma ridícula .Lo miro de frente y lo vio palidecer .Le narro los hechos hasta el momento en que comenzó a llorar desconsoladamente y cayo a al suelo y un cura lo levanto. El rector ordeno que el cura lo acompañara a su casa, pero al llegar a una cuadra de ella Ud. se soltó de su brazo y corrió .Nunca supimos porque .Al día siguiente regreso a clases como de costumbre, no se acordaba de lo ocurrido el día anterior .Una semana después termino el año escolar y nunca supimos nada de Ud.
Lo miro impresionado y le pregunto ¿como sabe todo eso? A lo que el sacerdote respondió – soy López.
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