Somos lo que queda después de la tormenta,
esa incansable calma que sigue como suspiro
al vendaval que irrumpió del último encuentro.
Somos encono y reconciliación, perdón y castigo,
tristeza y alegría navegando en el mismo lecho.
Desahogos ilegales de un silencio a los gritos,
incomprensibles anodinos de profundos amores.
Somos dos yo con la misma mirada cómplice,
un ya no te quiero queriéndote lo más posible.
Ciudadelas abatidas después de una gran batalla
que no se dan por vencidas sin una final escaramuza
en la que vuelven a entregarse de cuerpo y alma
a ese deseo que provoca que se unan alfa y omega.
Texto agregado el 07-04-2016, y leído por 149
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
07-04-2016
si eso somos...seres nada especiales, simplemente seres humanos. elisatab
07-04-2016
Ay, es verdad, así somos...Muy bueno!***** MujerDiosa
07-04-2016
Simplemente son... humanos. Me gustó tu forma de escribirlo.***** ome
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