Estamos vivos entre nuestros muertos
Tenemos blanca la cabeza por la nieve del frío que ellos nos dejaron.
Y los pies encendidos porque continuamos corriendo sobre este mundo.
Continuamos surcando los caminos.
Perseguimos la última nota que le da sentido a la sinfonía de la vida.
Nos mezclamos, nos abrazamos.
Vemos a nuestros muertos del otro lado, más allá del polvo de nuestras dudas.
Nuestros muertos nos miran con melancolía, nos olvidan. Olvidamos su voz triste, sus palabras, sus momentos.

La sangre nos obliga a vivir, la sangre que los muertos ya no tienen.
Es un mundo de sangre, de lucha, de muertos, todo junto.
Es un mundo de muertos y de vivos siempre a punto ser unos u otros, fantasmas que están por venir,
La vida se convierte en las memorias del futuro.
Estamos vivos. Somos los vivientes que mueren, los que muertos viven para ser testigos del fin de los tiempos.
Arrostramos un destino que nos condena
como ingenuas criaturas...
Estamos vivos.