El río lava los pies del paisaje
…Y Dios creo la tierra, el mar y el cielo. Le otorgo al cielo las estrellas, las nubes y el sol.
Al mar el agua, los peces, y otros anfibios. Luego formó en la tierra los bosques, praderas y las montañas dándole el nombre de paisajes.
Todo eso lo llamó naturaleza. La tierra tenía dominio sobre sus vastas extensiones, el mar sobre sus aguas y el cielo sobre su horizonte.
Todo se desarrollaba en perfecta orden, hasta que comenzaron las quejas: El cielo reclamaba luz de noche y obtuvo la luna. El mar deseaba lagunas y las obtuvo, pero llenas de agua salada, lo que no hallo aceptación de la tierra. Esta reclamaba agua dulce, fresca, bulliciosa, para refrescar a sus paisajes secos, convertidos en desiertos y arena, en donde no crecía nada, y no hubo vida…
De pronto comenzó la cruel era glaciar, que duro mucho tiempo y cubrió todo con un manto blanco y congelo todo. La tierra tuvo que aguardar un tiempo largo para ver cumplido su deseo. De pronto comenzó el deshielo, se formaron ríos de agua dulce, que dieron de beber a todos los seres vivos, revivieron los desiertos y refrescaron a toda la naturaleza.
Entonces sonreía la tierra, y comentaba que:
“El río lava los pies de su paisaje.”
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