Un amor escrito,
dibujado de momentos,
desaciertos,
circunstancias.
Un amor que danza,
entre los vaivenes del ánimo,
del ser y devenir,
del temor y las sonrisas.
Un amor que no se encasilla,
anda libre,
viaja en moto,
sonríe a menudo, llora muy poco.
Un amor exorcizado
de los desastres del pasado,
entregado a la locura,
con miedo a la desventura.
Un amor improvisado,
nacido en los andenes de una iglesia,
crece entre sábanas,
bebe besos a escondidas.
Un amor inmenso,
como la vida misma,
porque es el elixir,
la bebida energética.
Un amor que es un presente,
de los confines del universo,
cerrar los ojos, sentir el viento,
saber que soy tuya y me pertenezco. |