Vagabundo, tu sueño me despierta
mientras los míos se acurrucan inquietos
balbucean felinas preguntas
al compás del vértigo presente.
No hay miradas, ni flores servidas
ni manteles que una mesa presenten,
los rincones se tornan furiosos
cuando emergen del lago las voces.
Hay un río que pasa sembrando raíces
un gorrión que descubre tus ojos,
mientras quiebra la noche el relámpago
un suspiro percibe mi oído.
Una señal que me habla de lobos
de presencias que quieren herirme,
y sonríe la noche en mis sueños
y es tu boca que besa mi cuerpo.
Son tus manos inquietas, que toman las mías
es tu cuerpo que rosa mi piel aturdida,
y despierto fundida en tu orilla
junto al fresco roció que abraza los cuerpos.
Perlados de pasión y de frío…
ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO
Texto agregado el 01-04-2016, y leído por 222
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Lectores Opinan
02-04-2016
Hermoso poema y sobre todo con vivaces imágenes. Felicitaciones. 5* dfabro